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Aunque los pies no son como una bola de cristal en la que podemos leer el pasado, el presente y el futuro, si sabemos observarlos, palparlos y tratarlos podemos percibir muchas tendencias fisiológicas y psicológicas, según explica la reflexóloga Isabel Pérez Broncano, directora de la Escuela de Reflexología Ranvvai. "No somos médicos y no diagnosticamos, pero tratamos las tendencias o debilidades del organismo, incluso antes de que haya aparecido la enfermedad", matiza.
En términos generales, la experta asegura que es posible interpretar que una persona es equilibrada si sus pies tienen una asimetría razonable. Si ambos tienen un peso, una forma, un tejido, una humedad, unos dedos, etc., razonablemente similares.
A la hora de analizar las partes del pie para conocer las implicaciones psicológicas que tienen su forma y/o tamaño, Pérez Broncano detalla que los dedos suelen mostrar los aspectos mentales; la almohadilla plantar, los sentimentales; el arco del pie, las emociones viscerales; y los talones, la parte instintiva:
Unos pies muy cuadrados y pesados, con dedos cortos y talones anchos, hablan de alguien apegado a las cosas terrenales o materiales, con tendencia a excesos relacionados con la alimentación o el sexo, con poca conciencia de su cuerpo, su salud, su energía o su aspecto espiritual. Posibles dolencias: Pueden ser más propensos a padecer mala circulación, hipertensión o problemas cardiovasculares.
Unos pies alargados y livianos, con dedos largos y finos de talones estrechos, hablan de personas reflexivas, con capacidad para detenerse a apreciar cosas sutiles y más selectivas, tanto en la comida, en la sexualidad y también en las relaciones personales. Posibles dolencias: Propensas a problemas de estrés, gases, ansiedad, indecisión y obsesiones.
Otro aspecto que se tiene en cuenta a nivel reflexológico es la piel de los pies pues, según explica la experta ésta refleja los apegos y desapegos, igual que la contención y desbordamiento de las emociones. "Los callos y asperezas hablan de las defensas, la protección o prevención con respecto a algo o frente a alguien", revela. Sin embargo, para aplicar estos criterios, se debe tener en cuenta la zona del pie en la que se encuentran.
Las durezas en los dedos (que representan la cabeza), pueden estar relacionadas con un bloqueo menta, resistencia a los cambios y obstinación.
Las durezas en el quinto dedo, en la zona externa, pueden indicar que la persona se protege frente a las críticas o comentarios del exterior que no quiere escuchar. Puede significar inseguridad
Las durezas en la zona de la almohadilla plantar hablan de depresión, tristeza, problemas respiratorios, falta de alegría o de creatividad o incluso dificultad para dar y perdonar. .
Las durezas en la zona del talón están relacionadas con los apegos materiales y de bloqueos sexuales. Si aparecen muchas durezas o grietas en la zona indica que hemos de revisar la zona genita.
¿Por qué es posible tratar aspectos emocionales tratando los pies? Según revela Pérez Broncano, el método de reflexoterapia podal que aplica está basado en la 'Ley de los cinco elementos de la medicina tradicional china'.
Así, tal como argumenta, cuando se tratan las zonas reflejas de los pies, se trata al mismo tiempo la representación de un sistema corporal, un órgano, una glándula etc., y cada órgano tiene relación con una emoción diferente. Por ejemplo, la ira, el enfado y la intolerancia, con el hígado; el miedo a vivir experiencias y la inseguridad, con los riñones; la duda, el escepticismo y la frustración, con el estómago; la melancolía y la tristeza, con el pulmón; los apegos y los celos, con el intestino grueso; el corazón, con el aburrimiento y con la falta de creatividad…