Una mujer se refresca bebiendo en agua. /
Riesgo de asma. Si eres deportista, la deshidratación puede convertirse en tu talón de Aquiles. ¿El motivo? Puede llevarte a sufrir un broncoespasmo incluso antes de que empieces a moverte. Además, según un análisis de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos), aumenta el riesgo del “asma inducida por el ejercicio”, provocada por la pérdida de agua en las vías respiratorias.
Dolor de cabeza. La falta de líquido durante 12 horas (a veces menos) puede provocar cefalea. "Hay personas muy sensibles a bajos niveles de deshidratación que hace que padezcan dolores de cabeza que, sin embargo, pueden remitir simplemente adecuando los niveles de hidratación", explica el Dr. Antonio Escribano, profesor de Nutrición de la universidad de Navarra y autor de 'Come bien, vive más y mejor (Espasa)'.
Cáncer de colon y de mama. No beber agua incrementa el riesgo de cáncer y tomar cinco vasos al día lo reduce. Según un estudio del Royal College of Nursing británico, ingerir esa cantidad reduce en mujeres el riesgo de cáncer de colon en un 45%, en un 33% el de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas y un 79% en las posmenopáusicas.