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Hagamos números: una mujer vive una media de 500 ciclos menstruales a lo largo de su vida, unos 2.000 días con el periodo, más de cinco años completos, si los pusiéramos uno detrás de otro. Sumémosle una semana al mes de síndrome premenstrual y sus síntomas (retención de líquidos, cefaleas, tensión mamaria, irritabilidad...).
Y añadamos que tres de cada cuatro españolas padecen dolor en algún momento durante el periodo, más de dos millones de ellas de manera tan intensa que les invalida para hacer su vida normal. Eso por no hablar de la cantidad de viajes boicoteados, planes chafados, situaciones embarazosas mejor o peor sobrellevadas... Todos los motivos mencionados, juntos o por separado, justifican que muchas mujeres hayan soñado alguna vez con una vida libre de menstruación. Y no es una quimera.
La regla puede tener, literalmente, los días contados para aquellas que así lo deseen. A punto de ponerse en circulación en España (sin fecha definitiva, pero podría ser a lo largo del mes de octubre), los efectos de la nueva píldora anticonceptiva Seasonique van más allá de su elevada eficacia para evitar embarazos no deseados: permitirá, además, tener la regla solo cuatro veces al año.
La posibilidad de elegir cuándo y cómo tener la regla es una realidad que ha venido de la mano de los anticonceptivos hormonales. "La nueva píldora no es nada nuevo, ya tenemos métodos con la misma composición hormonal, lo único es que no estaban comercializadas con esta intención de eliminar los sangrados mensuales, con este planteamiento de utilización continua, sin hacer la pausa mensual", explica la dr. Francisca Martínez, directora de I+D+I del Área Clínica del Servicio de Medicina de la Reproducción y jefe de la Unidad de Anticoncepción de Salud de la Mujer Dexeus.
Es decir, que esta nueva píldora se presentará en un envase con 91 comprimidos, 84 de ellos compuestos por una combinación de pequeñas dosis de gestágenos y estrógenos (levonorgestrel y etinilestradiol), y siete de placebo, con una mínima cantidad de estrógeno, para los días en los que aparecerá el sangrado. O sea, como las píldoras actuales, pero descansando solo cada tres meses.
Más allá de lo estrictamente contraceptivo (su eficacia es del 99,9%) y de la comodidad de llevar una vida sin interferencias inoportunas, la píldora de pauta continua será muy útil también en el tratamiento de problemas de salud no poco frecuentes. "Desde el punto de vista médico, encontramos muchos beneficios a esta manera de administrarla", afirma la dra. Mª Jesús Cancelo, ginecóloga y secretaria de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Y detalla:
"Hay mujeres para las que el sangrado periódico es un problema porque tienen reglas muy abundantes y ven seriamente entorpecida su vida laboral y social. También supone una ayuda determinante para aquellas que sufren dismenorrea (menstruaciones dolorosas) o anemia, y para las que padecen el síndrome premenstrual o endometriosis. Para todas ellas, suprimir el sangrado mejorará su bienestar y su salud".
Tanto es así que, de hecho, antes de que se pongan en circulación estas pastillas diseñadas ad hoc, los especialistas ya recurren a este esquema de uso de las píldoras convencionales de forma continua para conseguir los mismos efectos.
"Ya damos a muchas mujeres pautas de tratamiento en las que la deprivación mensual produce una serie de trastornos. Se hace, sencillamente, prescribiendo que se tomen tres blíster seguidos sin descanso entre ellos. Por lo tanto, no es algo novedoso desde el punto de vista de la práctica clínica", aclara el dr. Modesto Rey Novoa, especialista en Obstetricia y Ginecología y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).
Sin embargo, sin necesidad de tener ningún trastorno de salud asociado, en las consultas ginecológicas no es raro atender casos de pacientes que, simplemente, desean tener su regla bajo control para que no interfiera con sus planes. "Las mujeres son más conscientes de que pueden controlar ese momento y lo piden cada vez con más frecuencia, para organizar vacaciones, viajes, para que no coincida con épocas de exámenes o con competiciones deportivas...", especifica la dra. Martínez.
El experto de la SEC ratifica esta misma experiencia clínica y recuerda que la misión de la medicina es curar enfermedades, sí, pero también mejorar la calidad de vida de las personas: "Cada vez es más importante para ellas que la menstruación, con el cortejo de síntomas que tiene alrededor, no les pille por sorpresa. Y es algo que podemos controlar más o menos y sin ningún coste adicional para la salud".
Esa es, precisamente, la clave de la cuestión. Ahora que existe la posibilidad de borrar la regla de nuestra agenda mensual, la pregunta es para qué sirve y si, librándonos de ella, no le estamos privando a nuestro organismo de algún proceso esencial. "No pasa nada por no tenerla. No supone absolutamente ningún efecto adverso para la mujer, ni sobre su salud en general ni sobre su salud reproductiva", asegura tajante el dr. Modesto Rey. Y conviene aclararlo porque todavía perviven algunos mitos en torno, por ejemplo, a su supuesto poder purificador y energético.
"Si no se ha producido un embarazo, el endometrio, que es la membrana que recubre el útero y que se prepara cada mes para acoger la gestación, se descama y sale. Ese es la única función de la menstruación. El útero no tiene que limpiarse ni regenerarse. Cuando se sigue un tratamiento hormonal como este, se produce una atrofia de la mucosa, simplemente porque, al no haber ovulación, el cuerpo no se prepara para el embarazo y esa membrana no aumenta de tamaño", explica la dra. Cancelo.
dr. Modesto Rey
Digamos que la naturaleza hizo a la especie humana especial desde el punto de vista reproductivo y nos concedió la facultad de tener un ciclo reproductivo de 28 días que vuelve a empezar cada mes para tener una nueva oportunidad de quedarnos embarazadas. "Podríamos decir que la regla no es otra cosa que la evidencia de un fracaso: que no ha habido embarazo. Pero cuando la especie ha llegado al punto de poder decidir cuándo quiere intentar la gestación, esta situación de renovación mensual del ciclo no aporta nada", explica el dr. Rey.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta visión. "No creo en un criterio de utilidad. Su presencia con normalidad, con ciclos de 28 días, sangrado de un día fuerte y tres flojos, y sin dolor, son un indicador de que hay armonía en el cuerpo y que no hay situaciones de estrés. No tener menstruación en fase reproductiva está unido a alguna patología", afirma una de las voces más críticas, la dra. Carme Valls Llobet, endocrinóloga y directora del Programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del CAPS (Centro de Analisis y Programas Sanitarios).
Pero sus objeciones van más allá y subraya los posibles efectos secundarios de una hormonación constante: "Tromboembolismo venoso, obesidad y disrupción endocrina con incremento de enfermedades autoinmunes. En ocasiones favorece el aumento de infecciones de orina y vaginales, y se ha asociado a un incremento de cáncer de mama", advierte.
Los expertos en ginecología señalan que la píldora que se pondrá en circulación próximamente comparte las mismas contraindicaciones que la clásica: está contraindicada para mujeres con cardiopatías, alteraciones de la circulación sanguínea o de la coagulación, hipertensión arterial, enfermedades hepáticas o diabetes.
Tampoco se recomienda a fumadoras mayores de 35 años, obesas o con alteraciones en los niveles de colesterol o con neoplasias hormono-dependientes. "Como cualquier medicamento, siempre va a haber algún caso en el que no siente bien, pero mayoritariamente tanto los estudios como la experiencia clínica mundial demuestran que se tolera muy bien", señala la dra. Martínez.
Por motivos de idoneidad terapéutica o de preferencias personales, Seasonique no será una opción para todo el mundo, simplemente una más que se suma al catálogo de métodos anticonceptivos. Solo a cada mujer le corresponde decidir si quiere, o no, saltarse las reglas.
31,6% preservativo
3,2% anillo vaginal
16,2% píldora
2,5% DIU
1,3% parches
0,5% implante subcutáneo
La última encuesta de la Sociedad Española de Contracepción sobre el uso de anticonceptivos en España refleja que el uso de métodos hormonales está menos extendido en nuestro país que en otros de nuestro entorno. "Probablemente, es un tema cultural que se ha heredado de generaciones anteriores. Persiste la creencia de que las hormonas son malas, no solo en anticoncepción, sino también en el tratamiento hormonal sustitutivo para la menopausia. Y, sin embargo, cuando están bien indicadas y utilizadas, aportan beneficios", asegura la dra. Cancelo.
Por ejemplo, según una revisión de 20 estudios realizada por la Universidad de Harvard y publicada en Obstetrics and Gynecology la píldora disminuye un 50% el riesgo de cáncer de ovario. Además, científicos de la Universidad de Oxford comprobaron que también protege contra el cáncer de endometrio.
Hay pocos conceptos en torno a los que se haya creado una maraña tan espesa de mitos y tabúes como la menstruación. Por una parte las mujeres la viven como un incordio y llevan mal las molestias y el dolor; pero, por otra, la regla tiene también un efecto tranquilizador sobre un estado de aparente normalidad y les hace sentir jóvenes, "muchas la consideran un signo de juventud, porque su ausencia se relaciona con la menopausia y esta, a su vez, con la vejez", constata la dra. Mª Jesús Cancelo.
¿Queremos entonces tener la regla? Esa es la pregunta que se planteó a mujeres de entre 15 y 49 años, de diversos países de Europa, América del Norte y Latinoamérica y publicado en The European Journal of Contraception & Reproductive Health Care. Casi un tercio de las encuestadas afirmó que el sangrado tiene un impacto negativo en su vida diaria. El 50% desearía que existiera la posibilidad de decidir cuándo se produce y el 34% preferiría tenerla cada dos o tres meses. Pero no querrían despedirse de ella para siempre.