Una mujer, se sienta mareada. / GTRES

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Cómo reconocer los síntomas de un infarto

Te falta el aire, te duele el pecho, te mareas... algo va mal, ¿pero es tu corazón o tu mente la que se queja?

Antes de nada, los expertos aconsejan que pienses en tus orígenes. Ante un dolor en el pecho, recuerda: ¿tu padre, tu madre o tus hermanos han sufrido un infarto o un ictus? Si la respuesta es sí, llama al 112.

El dolor no se reconoce porque es probable que nunca antes lo hayas sufrido. La adrenalina que corre por tus venas en un ataque de ansiedad puede hacer que te duela el pecho. Pero un infarto son palabras mayores: "El dolor se localiza en la parte anterior y superior del tórax y es tan intenso y profundo que quienes lo han sufrido lo describen como algo que nunca antes habían sentido", explicó recientemente a Mujerhoy el Doctor Leandro Plaza, de la Fundación Española del Corazón.

Otras pistas que pueden indicarte que tu corazón está en peligro son: si el dolor aparece cuando se hace un esfuerzo, si aparece ante un cambio brusco de temperatura o si se produce después de haber comido mucho.

Te puede pasar a ti

-En España, mueren 68.000 mujeres al año por enfermedades cardiovasculares, 12.000 más que hombres. ¿El motivo? "Una mujer con un dolor en el pecho no aparece por el hospital. Sigue con lo que está haciendo y, como mucho, se lo comenta a su médico días más tarde", explica el Doctor José Luis Zamorano, del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Si bien todos los profesionales de la medicina saben que, hasta la menopausia, la mujer tiene un riesgo de infarto cuatro veces menor que el hombre (después los riesgos se igualan), en algunos servicios de urgencias sigue sin calar otra particularidad de género: que los síntomas de infarto en ellas, y la manera en que los describen o perciben, pueden ser diferentes que en el hombre.

Como consecuencia, y según datos de la Sociedad Española de Cardiología, las mujeres tienen un 50% de posibilidades de morir en su primer infarto frente al 30% masculino. Aún más, un estudio realizado con más de un millón de personas ha revelado que “una mujer menor de 55 años que acuda al hospital durante un ataque cardiaco, pero sin dolor torácico, tiene más probabilidades de morir en el curso del mismo que un hombre de la misma edad”.

“Hay mujeres que, ante un infarto, tienen los signos típicos: dolor y opresión en el pecho, malestar, mareo, náuseas, sudoración y falta de aliento”, explica el Dr. Leandro Plaza, de la Fundación Española del Corazón. Ese dolor puede extenderse al brazo izquierdo, al hombro, a la espalda o al cuello y a la mandíbula. “Algunos pacientes te muestran un puño para describir su intensidad. Otros te explican que es como si les enroscaran un gran tornillo en el pecho”, explica este experto.

Pero un notable porcentaje de mujeres no experimentan este síntoma. Según un estudio de la revista 'Circulation', el 43% de las estudiadas no lo habían sufrido. El problema es que muchos servicios de urgencias lo consideran esencial, lo cual puede explicar por qué en ocasiones los infartos femeninos pasan desapercibidos.

Síntomas difusos

"El infarto femenino puede dar síntomas difusos, como sensación de cansancio, falta de aire, presión en la parte baja del tórax o en la parte alta del abdomen, dolor de espalda y en hombros... síntomas que la mujer atribuye a problemas digestivos, musculares o, incluso, a depresión, ansiedad o estrés”, explica el Dr. Plaza. De hecho, en las semanas que preceden a un ataque cardiaco, esos síntomas podrían dar señal de alarma y hacer sospechar un bloqueo arterial.

El mensaje es claro: si se tiene la sospecha de que puede estar sufriendo un infarto, hay que llamar al 112, que derivará el caso al Servicio de Atención Urgente Domiciliaria.

Más vale prevenir

No hay que preocuparse por acudir a urgencias por algo que, al final, resulta una patología banal y no un infarto. “Es preferible esto a que realmente se trate de un ataque cardiaco y se acuda tarde a urgencias. El riesgo principal del infarto agudo de miocardio está en la fase anterior a la del ingreso en el hospital. La mortalidad durante esta etapa supera el 40%. Si se llega con la suficiente antelación, los tratamientos modernos (trombolisis, angioplastia y stent) permiten una recuperación satisfactoria en muchos casos y las complicaciones son relativamente poco frecuentes. Ya se sabe que con las cosas del corazón, más vale pasarse que quedarse corto”, concluye el experto.

Factores que puedes controlar

Niveles altos de colesterol LDL e hipertensión son los principales factores de riesgo. La obesidad, el sedentarismo, una alimentación desequilibraday la diabetes mal controlada aumentan el peligro. La clave de la prevención está en el estilo de vida. Eso supone seguir una dieta saludable, como la mediterránea, hacer al menos 30 minutos de ejercicio diarios, no fumar y controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar. En cuanto al alcohol, el máximo diario es el equivalente a una copa de vino para las mujeres y dos para los hombres.