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Hasta este momento, era una realidad a la que no se encontraba explicación: ¿por qué unas dietas funcionaban perfectamente en algunos casos y en otros, no hacían el más mínimo efecto? A falta de una buena explicación científica, las respuestas elucubraban sobre distintos metabolismos, incompatibilidades con ciertos alimentos o incluso razones relacionadas con la variabilidad de la sangre. Mitos. Ahora, los investigadores han descubierto que el sobrepeso y la obesidad están muy lejos de ser la enfermedad única que aún se cree que son. En realidad, su tipología es diversa. Muy, muy distinta.
Recientísimas investigaciones han descubierto que los subtipos diferenciables dentro de la obesidad son tantos y tan radicalmente distintos como lo pueden ser los distintos tipos de cáncer, cada uno con su sintomatología y especificidades en su prevención y tratamiento. El equipo médico liderado por Lee Kaplan, director del Instituto de Nutrición del Massachusetts General Hospital, ha revelado que existen más de 25 genes que afectan directamente al riesgo de obesidad y más de 200 que están relacionados con el sobrepeso, malas noticias para aquellas personas que han heredado la predisposición a acumular kilos: la información genética que ordena tan cosa al cuerpo es ingente.
Lo que se demuestra con estas investigaciones es que no existe una solución única para la obesidad, ni pueden los endocrinos, dietistas y demás profesionales de la nutrición acercarse de la misma manera a todos los casos. Urge una actualización de los métodos y convenciones científicas al respecto del sobrepeso: ha dejado de ser útil y creíble el médico que recomienda la misma dieta de 1.500 calorías a cualquiera que se pase por su consulta.
Para Kaplan, el estudio de cada caso, de su herencia y factores médicos, resulta imprescindible para encontrar un plan de ataque personalizado que combine determinada dieta, determinada ayuda farmacológica, determinado ejercicio físico, determinadas horas de sueño... “Ahora mismo, en el hospital funcionamos con 40 terapias distintas y disponemos de 15 fármacos diferentes para los tratamientos”, reveló el doctor. “De momento, solo podemos confiar en acertar mediante la prueba y el error”.