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vivir
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SÉSAMO. Bastan 30 g para cubrir la tercera parte de nuestras necesidades diarias de calcio, hierro, fósforo y magnesio. Espolvorea con él tus ensaladas o da un toque exótico a tus platos con gomasio, un condimento japonés elaborado con sésamo y sal, y reforzarás tus defensas.
CHÍA. Estas semillas son las mejores aliadas de nuestro intestino por la cantidad de fibra que contienen. Eso sí, sus poderes nutricionales van parejos a sus calorías: 500 por cada 100 g. Resérvalas para postres y cremas.
AMAPOLA. Sus semillas tienen vitaminas del grupo B y con 100 g logras el 100% de tus necesidades diarias de magnesio. Incorpóralas en bizcochos, panes, vinagretas y arroces.
Las pipas de girasol y de calabaza no son solo un aperitivo entretenido, también pueden convertirse en una forma de incorporar a tu dieta un plus de zinc y de hierro. Puedes usarlas en ensaladas y para decorar panes, bizcochos y cremas, e incluso hacer barritas energéticas combinándolas con cereales y miel.