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Cortas algunas calorías aquí y allá no se notarán inmediatamente en la báscula pero pueden suponer un cambio significativo de estilo de vida, mucho más contundente y fácil de mantener sin demasiado esfuerzo.
Aquí te damos cinco claves para frenar el exceso de calorías sin sufrir demasiado.
Bebe el café o el té de la mañana solo y sin azúcar. La gente que bebe café solo consume alrededor de 69 calorías menos que aquellas que añaden leche o crema. Los que optan por el té sin nada llegan a cortar de golpe casi 50 calorías.
Cambia el refresco por agua con gas. Con ese simple cambio de hábito te ahorrarás alrededor de 150 calorías al día. Es cierto que queda la opción de beber refrescos light, pero muchos expertos aseguran que el agua es todavía una opción más sana.
Come proteínas durante todo el día. Hacer comidas y picar proteínas, de las que podemos encontrar en las semillas, las nueces y otros frutos secos. La carne magra o los lácteos evitarán que te entren ataques intempestivos de hambre que te hagan abrir la nevera y arrasar.
Cocina más en casa. Los que cocinan en casa entre cinco y siete veces por semana se ahorran hasta 150 calorías diarias porque casi siempre los menús son más saludables, y tienen menos sal y las grasas son de mejor calidad.
No comas frente a la tele. Hacerlo es solo sumar calorías, casi siempre de mala calidad. No solo porque comemos demasiado mientras estamos distraídos con la pantalla, sino porque el cerebro – también entretenido en otras cosas- no mandará a tiempo la señal de saciedad y seguirás comiendo casi 20 minutos después de haber aliviado el hambre.
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