vivir
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Tu cuerpo y tu mente sufren si tu dieta incluye un exceso de azúcares añadidos.
1. Tu cerebro parece más torpe. La fructosa, el azúcar que existe de modo natural en las frutas, te ayudará a ser más agudo y a pensar mejor. Sin embargo, los azúcares añadidos harán que tu cerebro parezca más torpe, responda más lentamente a las situaciones y le cueste más aprender y memorizar. Para mantener tu cerebro en forma intenta mantenerte lejos de los edulcorantes.
2. Siempre querrás un poco más. El azúcar va directamente a la zona de recompensa del cerebro que siempre acabará pidiendo más. Es uno de los problemas de consumir azúcar que la fructuosa interfiere en los mecanismos de saciedad.
3. La piel envejece más rápido. Demasiado azúcar puede interferir en los mecanismos de reparación del colágeno, la proteína que mantiene la piel radiante y con buen aspecto. El exceso de azúcar reduce la elasticidad de la piel y produce arrugas prematuras.
4. El exceso de azúcar se almacena como grasa. El hígado tiene una capacidad innata de metabolizar el azúcar para usarla como energía, pero toda el azúcar que sobre de ese proceso será convertida en grasa por el propio hígado lo que eleva el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2.
5. Tus células pagan un precio. La fructuosa acelera el proceso de oxidación de las células, las proteínas, los tejidos y los órganos se dañan y se acelera el riesgo de desarrollar alguna enfermedades, incluyendo algunas patologías del hígado, los riñones y las cataratas.
6. El azúcar engancha. Comer azúcar libera dopamina, el neurotransmisor que sobre estimula las neuronas para querer cada vez más de lo que sea. Así se crean las adicciones. Siempre necesitarás un poco más para quedarte satisfecho.
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