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Cubrirse la nariz y la boca es una buena solución para los alérgicos que viven en zonas con mucho polen. ¿Cómo puedes conseguirlo sin parecer que vas a atracar un banco? Pues con una mascarilla que filtre el aire atrapando el polen e impidiendo que llegue a la nariz y a la boca. Si se escoge la adecuada, está demostrado que reduce el uso de medicación de rescate.
Busca mascarillas homologadas, que tengan una válvula de exhalación y con un ajuste hermético moldeable en la zona de la nariz. "Las quirúrgicas no bastan porque no tienen filtro. Además, están hechas de un material similar al papel, por lo que el polen pasa por los poros", dice el dr. Ángel Moral, de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
¿Alguna vez te has preguntado por qué parece haber más alérgicos que nunca? Pues uno de los motivos es la contaminación. Las partículas procedentes de los motores diésel y las calefacciones en las grandes ciudades crean un ambiente hostil para las plantas y estas se defienden produciendo proteínas que hacen más agresivos a sus pólenes.