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Acudir a una sauna con frecuencia disminuye las probabilidades de tener la tensión alta, según han asegurado varios científicos en la revista American Journal of Hypertension. Los hombres finlandeses que suelen darse una sauna entre cuatro y siete veces por semana de una duración de 19 minutos cada una tenían casi la mitad de riesgo de hipertensión que aquellos que solo iban a ala sauna una vez a la semana.
Los baños de sauna ya s e habían relacionado con una reducción de las muertes por ataques al corazón. Los científicos creen que los beneficios de la sauna para la salud se deben a que la temperatura del cuerpo se eleva hasta dos grados celsius y esto provoca que se dilaten los vasos sanguíneos y se reduzca la presión pues la sangre fluye con más facilidad. Los baños de sauna también aumentan la frecuencia cardiaca entre 100 y 150 latidos por minuto (el promedio es de 60 a 100), lo que además mejora la capacidad de bombeo del corazón.
El sudor también ayuda a eliminar el líquido del cuerpo y contribuye a disminuir la presión sanguínea, según han señalado los investigadores en su estudio. Así, pasar tiempo en la sauna ayuda a las personas a relajarse tanto física como mentalmente y protege contra los efectos del estrés.
Hay que decir que el estudio se hizo solo en las saunas finlandesas que suelen tener mayores temperaturas que otras saunas, hammans o baños turcos, lo que quizás significa que a menores temperaturas es probable que no se consigan los mismos beneficios. Eso sí, en líneas generales, los autores del estudio han señalado que un baño de sauna es una actividad que promueve la relajación y el bienestar y puede ser un buen hábito a recomendar para reducir las cifras de la tensión arterial.
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