vivir
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¿Estás marcada por la genética a heredar las virtudes y defectos de tu madre? ¿La calidad de su piel y de su pelo, su delgadez o sus padecimientos?. En muchos casos mirar a tu madre será como mirarse en un espejo. Una especie de bola de cristal en la que podrás adivinar el futuro, adivinar tus arrugas o averiguar el volumen de tu abdomen a los 70 años. Sin embargo, los genes no escriben la historia completa de tu vida pues con tu estilo de vida y alimentación tienes un amplio margen de maniobra para cambiar lo que está predestinado por la genética.
Sin embargo estos cuatro rasgos sí están escritos con letras bastante claras en tu ADN y todos puedes adivinarlos solo con mirar con detenimiento a tu madre.
La grasa que se acumula en la cintura y el abdomen está muy relacionada con la genética. Si tu madre tiene tripita y no la quieres heredar , tendrás que hacer un gran esfuerzo y cambiar algunos hábitos desde hoy porque está claro que las mujeres de tu familia tienen una predisposición genética a acumular grasa en la zona del abdomen. Aumenta la actividad física, el gasto calórico y corta el consumo de carbohidratos y azúcar.
Si tu madre tienen pocas arrugas y el surco nasogeniano poco marcado estás de enhorabuena, probablemente llegarás a su edad con una apariencia muy similar. Si tiene ojeras o predisposición a sufrir acné ya sabes que te tocará en suerte algo parecido.
La estructura de la cara, por ejemplo, los pómulos muy marcados también los has heredado de tus padres. Si tu madre tiene la piel clara y los ojos azules y tú también, probablemente con esa herencia también llegarán las arrugas y la escasa densidad de la piel.
Si tu madre o algún familiar cercano tiene tendencia a la depresión tu riesgo de sufrirla es casi el doble respecto al de otra persona que no tiene ese antecedente familiar. Eso no quiere decir que sea un destino inexorable, y de hecho puedes hacer algunas cosas para minimizar ese riesgo, por ejemplo dormir bien practicar ejercicio físico y tener una vida social plena.
Varios estudios han demostrado que sí la edad a la que tu madre tuvo la menopausia es determinante para tener algunas claves acerca de tu fertilidad. Un estudio publicado en la revista Human Reproduction asegura que en las mujeres jóvenes cuyas madres dejaron de ovular antes de los 45 años, el número de óvulos declina mucho más rápido que en aquellas cuyas madres no llegaron a la menopausia hasta los 55.