El desorden horario, el estrés y la mala alimentación afecta a tus digestiones y pueden dar lugar a las molestas flatulencias. Entre las causas de los gases intestinales y la inflamación estomacal figuran seguir una dieta baja en fibra, tomar a menudo bebidas carbonatadas, masticar chicle con frecuencia o comer demasiado rápido.

La mala digestión aumenta los gases

La forma de masticar, el tipo de comida y los procesos orgánicos de nuestro cuerpo intervienen en la digestión, que es fundamental para que no se produzcan los molestos gases. Lo primero que debemos hacer es analizar qué comemos, cuándo y cómo lo ingerimos.

Los alimentos que dan más gases

Por sus especiales características, algunos alimentos pueden contribuir a que suframos más este problema. Entre ellos figuran las legumbres, los lácteos, las carnes procesadas, la soja y sus derivados, la cebolla y el ajo, el brócoli y los repollos, las salsas comerciales y algunas frutas como la manzana, la pera y la ciruela, entre otros.

Las comidas que alivian los gases

En el otro lado de la balanza se sitúan los alimentos que no provocan flatulencias, como el pescado, el huevo, la carne sin procesar, el arroz, la avena, la tapioca, el mijo, la patata, las bebidas vegetales y verduras como la berenjena, el calabacín, la calabaza, el pepino y el apio; o frutas como las fresas, los arándanos, la grosella o la granada. ( Lista de alimentos que producen menos gases).

El ejercicio te ayudará

Además de una buena digestión y una correcta elección de los alimentos para evitar las flatulencias, es importante mantener el cuerpo en movimiento, pues la actividad física te ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a combatir las molestias digestivas. Andar a ritmo rápido, trotar, montar en bicicleta y nadar son las actividades que dan mejores resultados a la hora de evitar las flatulencias, pero hay que practicarlos de una determinada forma.

¿Tienes gases por la noche o todo el día?

El efecto tripa hinchada, sobre todo por la tarde y por la noche, suele ser un caso habitual en las consultas médicas. De hecho, una de las cuestiones que suelen estudiar los profesionales es analizar si la flora intestinal está afectada y eso hace que fermenten mal los alimentos, por gastritis o disbacteriosis.

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