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La corriente antivacunas está provocando un incremento de enfermedades erradicadas o casi erradicadas en Europa que está preocupando a las autoridades nacionales e internacionales. En este sentido, se ha constatado un aumento del sarampión en un 400 por ciento en Europa durante el pasado año, lo que supone una cifra muy alarmante.
Terminar con esta enfermedad y con otras como la rubeola es una prioridad para las autoridades sanitarias por su alto nivel de contagio ya que alcanza a 90 por ciento de las personas que están en contacto con un enfermo entre los no vacunados.
Según los últimos datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud en 2017 se dieron más de 21.000 casos de sarampión, con 35 fallecidos, frente a los casi 5.300 de 2016. España no está entre los países más afectados pero se teme que en algunas áreas donde las corrientes antivacunas tienen más presencia pueda llegar a surgir el problema como ha sucedido en los países que encabezan la lista de afectados: Rumanía, Italia y Ucrania.
Para hacer frente a esta nueva situación es necesario hacer primero un buen mapa de la situación y la Comisión Europea planea para el 2018 varias estrategias con el fin de ayudar a los estados miembros a aumentar las coberturas vacunales. Entre ellas, hay una encuesta pública sobre las vacunas, dirigida tanto a ciudadanos como a administraciones sanitarias y organizaciones profesionales que el grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospilaria y Atención Primaria ha facilitado en internet a través de su página web. Con los resultados de la encuesta la Comisión Europea adoptará una propuesta de Recomendación del Consejo sobre la intensificación de la cooperación contra las enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunación.
Los expertos también ponen el acento en el adecuado uso de las vacunas. Igual que sucede con los antibióticos, las vacunas deben administrarse siguiendo la prescripción médica en el tiempo y dosis que el profesional indique. Concretamente en el caso del sarampión son necesarias dos vacunas, por lo que en la cartilla de vacunación deben estar recogidas las dos ya que, según explican, los problemas de contagio aparecen habitualmente si no se llega a administrar la segunda dosis.
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