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Entre las ventajas que nadie a discute a los vegetarianos es que su dieta les hace perder peso y reducir el riesgo de diabetes e hipertensión. No hay que ser un vegetariano militante para “adoptar” algunos de sus buenos hábitos. Aquí te contamos cinco que nos convendría copiar cuanto antes.
Es como ser vegetariano a media jornada, una estrategia que ya siguen muchas personas y que les permite hacer pequeños cambios sostenibles en su estilo de vida, sin renunciar a comer carne de vez en cuando.
Los vegetarianos piensan primero en las verduras como el principal ingrediente de sus platos y a ellos dedican toda su creatividad para convertirlas en un recetas apetecibles y vistosas. Comer más verduras es uno de los cambios que puede realmente cambiar sustancialmente una dieta.
El aceite de oliva, mejor que la mantequilla, y el de coco mejor que la grasa procedente del bacon, el guacamole en lugar de cualquier otra crema o salsa rica en grasas. Ese es el resumen. Este cambio es de los más fáciles de llevar a cabo, y ayuda por supuesto a perder peso, reduce la inflamación y previene el envejecimiento prematuro.
Intenta comer al menos una ración diaria. Las legumbres incluyen alubias, guisantes, judías o lentejas. Y su consumo se ha relacionado en múltiples estudios con la pérdida de peso, la reducción de la circunferencia del abdomen, la reducción del apetito y una reducción de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón. Los vegetarianos hacen humus, sopas y ensaladas con legumbres y las convierten en uno de los principales platos de su dieta.
Las mejores opciones son las verduras crudas como las zanahorias, los garbanzos (humus), el guacamole y la fruta fresca. Incluso el chocolate negro es una buena opción para picar.
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