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Después de dos meses de salidas nocturnas, días tomando el sol, dieta difusa y siestas de dos horas la depresión posvacacional no es el único problema que vas a tener que afrontar. Si el pelo se te cae a puñados, te han salido manchas en la cara, tu lunar de siempre se ha puesto raro o te pica la piel y no se calma con nada es hora de pedir ayuda a un experto.
Todas las melenas, hasta las más saneadas, se despiden de 100 cabellos al día. Y ahora que el otoño está a punto de llamar a nuestra puerta esa cifra va a aumentar. Pero que el número de pelos prendidos en nuestro cepillo se incremente no debería ser motivo de alarma. Eso sí, si al hacerte la coleta de todos los días notas que es menos gruesa que antes de empezar el verano, entonces, es hora de consultar con el dermatólogo porque esa pérdida de volumen sí indica que puede haber un problema.
Y otra recomendación de experto: no caigas en la tentación de tomar suplementos para “evitar” que el pelo se siga cayendo: “No hay ninguna evidencia científica de que los suplementos orales o tópicos sirvan para evitar la caída de pelo. De hecho, si existe un problema real, los suplementos no van a servir de nada”, advierte la dra. Cristina Eguren, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Exponerse al sol durante todo el verano puede provocarte manchas que solo un dermatólogo es capaz de diagnosticar correctamente porque existen varios tipos y para hacerlas desaparecer hay que hacer un buen diagnóstico previo.
“Las más comunes son el melasma, en cuya aparición se combina el sol y las hormonas y que quitamos con cremas despigmentantes y peelings; y los léntigos solares, que son manchitas redondas y pequeñas (como lentejas) que suelen aparecer en la cara y las manos que suelen quitar muy bien con láser. Y luego están las queratosis seborreicas, que normalmente están sobreelevadas y se pueden quitar con nitrógeno líquido, bisturí”, expone la dra. Cristina Eguren.
Hay enfermedades dermatológicas, como la psoriasis o el acné, que mejoran con el sol. Esa es la buena noticia. La mala es que cuando se pasa el efecto de esa exposición solar, a mediados de septiembre o principios de octubre, no es extraño que las personas que las sufren padezcan un nuevo brote de su enfermedad. De nuevo, la solución para por acudir al dermatólogo para reajustar el tratamiento.
El sol, la piscina, la arena de la playa y todo lo que te ha hecho disfrutar en verano te ha dejado la piel seca, aunque a primera vista no lo parezca. ¿El síntoma? Que te pica. Reforzar su hidratación con una buena crema puede solucionar este molesto síntoma a primera instancia, pero si no desaparece tras un tiempo prudencial más vale que pidas consejo al dermatólogo no sea que se esté enmascarando alguna patología.
Pero sin ponernos en lo peor, regresemos al primer paso: la crema. ¿Cómo debe de ser para que surta efecto? “ Los dermatólogos aconsejamos siempre las que se venden en la farmacia porque suelen tener una mayor concentración de principios activos y están muy bien testadas. Cuando compras una hidratante de cosmética, aunque sea de alta gama, en muchos casos estás invirtiendo más en pagar la marca y el perfume de esa crema que en los principios activos. Además, a los dermatólogos nos gusta las cremas sin perfume porque este muchas veces da problemas”, explica la dermatóloga.
Muchas veces no nos damos cuenta de todos los lunares que tenemos hasta que no nos destapamos, o lo que es lo mismo, hasta que no nos ponemos el bikini. Eso te ha pasado a ti en primera línea de playa que, de repente, estás llena de manchitas en sitios extraños. Pues bien, es hora de que un dermatólogo revise todas esas pequeñas manchas de tu piel sobre todo si son lunares que han cambiado de forma o si han aparecido nuevos. Si en tu familia ha habido casos de cáncer de piel, eres blancas como la leche y con tendencia a quemarte o tienes más de 20 lunares en todo el cuerpo, esta visita para chequear tus lunares, manchas y nevus es imprescindible.
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