Beneficios de la granada: el antioxidante que no puede faltar en tu dieta

En la antigüedad tuvo una gran relevancia al estar directamente relacionada con la cura de enfermedades y ser símbolo de fertilidad. Y es que la granada es una de las mejores frutas que nos deja la temporada de otoño (y que podemos y debemos comer a lo largo de todo el año). Un producto con muchos beneficios para la salud que, desde la prehistoria, se ha utilizado en el mundo de la medicina para la prevención de distintas enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o, incluso, cancerígenas. Todo ello gracias a su gran poder antioxidante así como a sus numerosos nutrientes y vitaminas.

La granada, además, tiene la enorme ventaja de ser un alimento que podemos consumir fácilmente. Se puede comer cruda, añadiéndola a un yogur, en ensalada, con quinoa o en zumo natural, ¡como más te guste! Porque sea como sea, su peculiar sabor ácido permite combinarla con diferentes tipos de alimentos, tanto dulces como salados. Te contamos cuáles son los principales beneficios de esta fruta y por qué estás tardando en incluirla en tu dieta.

La granada es beneficiosa para el corazón. Su capacidad antioxidante y su riqueza de polifenoles (que los encontramos sobre todo en la corteza y las láminas) hacen que esta fruta sea una de las más recomendadas para reducir el colesterol malo (LDL) y, en definitiva, para cuidar nuestro corazón.

El cuidado del sistema inmunológico es más importante de lo que pensamos. Si nuestras defensas están altas nos libraremos de diferentes enfermedades y virus que pueden atacar a nuestro organismo. En este sentido, la granada tiene un papel muy importante ya que es ideal para nuestro sistema inmune al ser un gran antioxidante que ayuda a mantener sanas las células de nuestro organismo.

Numerosos estudios han demostrado a lo largo de la historia el importante papel de esta fruta de cara a la prevención del cáncer. Desde hace miles de años, en la medicina persa, la granada se utiliza en ensayos e investigaciones del cáncer de mama y de próstata con grandes resultados. Esto se debe a la liberación de los polifenoles y su riqueza antioxidante que ayudan a rejuvenecer las células del organismo, tal y como explica el doctor Gilberto Chéchilem del Instituto de Enfermedades Prostáticas de Barcelona.

Es ideal para personas que sufren diabetes, ya que tanto sus granos como su jugo son capaces de controlar los niveles de glucosa en sangre, gracias a las propiedades hipoglucemiantes.

Rica en vitamina A, C, E, potasio o minerales como el fósforo o el hierro. Todas estas propiedades ayudan a la regeneración y rejuvenecimiento de las células de la piel. Y, por tanto, aporta elasticidad, luminosidad y es un gran cicatrizante.

Una vez más, gracias al poder antioxidante, la granada es beneficiosa para combatir la inflamación del cuerpo, así como para prevenir y tratar cualquier nivel de artritis e inflamación de los tejidos.

La granada tiene un bajo contenido energético que aporta 34 Kcal cada 100 gramos, aproximadamente, por lo que podemos tomarla con total tranquilidad. Tal y como recomiendan los expertos, debemos consumir al menos entre 3 y 5 piezas de frutas al día, por lo que se convierte en una opción ideal para merendar o picar entre horas, combinándolo con algún producto lácteo, por ejemplo.

El peso medio de una pieza es de 275 gramos, de los cuales se recomienda tomar 100, es decir menos de la mitad del fruto. Para conservarla una vez abierta puedes guardarla en algún recipiente dentro del frigorífico hasta 3 días, o bien congelarla hasta 6 meses.

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