Con los anacardos todo es empezar. Coges un par pensando que será suficiente como aperitivo del medio día y lo que sucede a continuación es que quieres más. Y es que, este fruto seco de forma arriñonada y sabor algo dulzón, es toda una adicción. Pero tranquila, es de las sanas.
Los anacardos tienen grasa, pero de la buena. Gran cantidad de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Esto se traduce en que no se acumulan como grasa a metabolizar de manera muy rápida. Además, su aportación de hidratos de carbono de absorción lenta hace que los niveles de azúcar se mantengan y que la sensación de saciedad perdure. Es decir, que si estás en plena dieta de adelgazamiento, querrás llevar unos cuantos anacardos en el bolsillo cuando te entren las ganas de ‘zamparte’ la pastelería de tu barrio.
A partir de ahora será el snack perfecto para picar entre horas, añadirlo a las ensaladas o cocinarlos junto a otros ingredientes. Eso sí, sin abusar en cantidad. Teniendo en cuenta que poseen 575 calorías por cada 100 gramos, unos 15-20 anacardos (30g) serían más que suficientes.
De hecho, son los frutos secos con mayor contenido en azúcar. Pero qué no cunda el pánico, señala Laura Parada, nutricionista de Slow Life House, “compensan este exceso aportando buenas dosis de vitaminas B3, K, A y potasio y son estupendos a la hora de reforzar el sistema inmunitario”.
Por si fuera poco, comer anacardos contribuye a reducir el riesgo de contraer ciertas enfermedades cardiovasculares gracias a su aporte de magnesio que reduce la presión sanguínea, por consiguiente previene ataques de corazón.
Su aporte en cobre contiene antioxidantes que vuelven a los radicales libres inofensivos. De modo que, protegen al cuerpo de enfermedades de corazón y de alguno tipos de cáncer como el de colon.
1.- Tu estómago aguantará sin picoteo del malo, entre horas, porque estará saciado.
2.- Gracias a sus grasas buenas, tendrás el colesterol bueno más alto y el malo disminuirá.
3.- Sus antioxidantes mantendrán a raya a las células malas, impidiendo que se vuelvan cancerígenas.
4.- Estarás más atenta, más "despierta", gracias a las vitaminas (B1, B2, B6, B9 -ácido fólico-, A, C, E, D) y minerales (hierro, fósforo, zinc, magnesio, cobre y calcio).
5.- Tu corazón lo agradecerá
6.- Vivirás más años. Un estudio que realizó “New England Journal of Medicine” respecto a las propiedades de los anacardos, concluyó que “los individuos que comían frutos secos (ración de 28 gr) entre siete o más veces por semana tenían una tasa de mortalidad un 20 por ciento menor”.
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