5 alimentos que parecen sanos pero ¡no lo son!

Las estrategias de marketing de la industria alimentaria, el etiquetado engañoso, la publicidad y la similitud aparente con la ‘comida real’, han conseguido que productos procesados poco recomendables acaben en la cesta de la compra con la creencia, por parte del usuario, de que está haciendo una elección saludable . Mira bien esta lista de alimentos porque seguramente te va a sorprender.

Llevas toda la vida viéndolas en el supermercado, incluso consumiéndolas en la infancia o comprándolas a día de hoy, pero las salchichas cocidas envasadas generalmente están elaboradas con ingredientes como azúcar, jarabe de maíz, saborizantes, conservantes… poco o nada recomendables en una dieta saludable.

No te estamos diciendo que dejes de consumir salchichas pero si realmente quieres comer una buena salchicha de carne de calidad sin más aditivos que especias puedes seguir haciéndolo de forma saludable hablando con tu carnicero de confianza y si optas por carne ecológica mejor aún.

Otro clásico, el pavo y el jamón de york cocido envasados llevan años erigidos como los reyes absolutos en el podium de muchas dietas de adelgazamiento , como si fueran la panacea en la quema de grasas y nada más lejos de la realidad.

Lo que menos suele contener este alimento procesado es la carne que publicitan, y no es ninguna broma, están hechos con fécula, azúcar, conservantes, gelatinas y partes de esos animales que no se corresponden necesariamente con la pechuga o la pata que están anunciando.

Si quieres consumir embutido en lonchas fíjate bien en que tengan un mínimo de un 80% de carne, que tengan categoría extra (esto quiere decir que no se le ha añadido fécula) y que no le hayan añadido azúcares.

Parece inofensivo, delicioso, fundente y tentador pero tal vez ese queso de lonchas que estás poniendo en tu sándwich no sea lo más saludable del mundo. ¿Por qué? Generalmente están elaborados con grasas, proteína de leche, colorantes, emulgentes y demás aditivos.

Fíjate bien en la lista de ingredientes si vas a comprar lonchas de queso para tus bocadillos, crees o sándwiches. La mejor alternativa siempre será comprar un buen queso curado y lonchearlo o trocearlo tú misma en casa o bien pedírselo a tu charcutero.

Esto nos lo han vendido hasta la saciedad y seguro que habrás creído que tomar un tazón de cereales para desayunar, merendar o incluso para hacer una cena ligera era una buenísima opción saludable para tu dieta. Pues bien, sentimos decírtelo pero no lo es.

Fíjate bien en los ingredientes que aparecen en la caja de esos cereales procesados que parecen tan sanos, por lo general encontrarás un montón de azúcar añadida y la mayoría están elaborados con cereales de alto índice glucémico por lo que el nivel de glucosa en sangre aumenta haciendo que su excedente se almacene en forma de grasa, es decir, no permitiría un control de peso saludable y contribuiría a ganar kilos.

Tienes opciones mucho más saludables a la hora de incluir cereales en tu desayuno, elige por ejemplo copos de avena o de trigo sarraceno que tienen un índice glucémico menor o bien elabora tu propia granola con frutos secos, frutas desecadas, chocolate negro sin azúcar y copos de cereales saludables.

Otro producto procesado que seguro que te has llevado más de una vez a casa creyendo que estabas adquiriendo solamente carne. La carne picada generalmente no cuenta con más de un 65% de carne, ¿de qué está compuesto el otro 35% del producto? Pues ahí tienes otra vez la fécula, almidón, espesantes, colorante, azúcar, proteína de soja, conservantes…

Puedes comprar la pieza directamente a tu proveedor de confianza y picarla tu misma en casa con la ayuda de un robot de cocina o bien pedirle a tu carnicero que lo haga. Así sabrás que el 100% de tu carne picada es eso, carne.

Hay muchos más alimentos trampa en el supermercado, para detectarlos solo hay que detenerse a leer bien los ingredientes. Nuestra recomendación es elegir, dentro de lo posible, comida sin envasar y ultra procesada, alimentos que puedas ver que son ‘comida real’ y a partir de ellos realizar tus elaboraciones. Y ten presente siempre que las apariencias, engañan.