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Es un alimento ancestral que vuelve a aparecer en recetas, panaderías y estantes de tiendas bio y supermercados. El trigo sarraceno es nutricionalmente fabuloso y te vamos a contar por qué deberías incluirlo ya en tu dieta saludable.
Es un falso cereal o pseudocereal, esto quiere decir que no pertenece a la familia de las graneas como el trigo, la cebada, la avena o el centeno. Es una poligonácea, sus granos tienen una curiosa forma de prisma o pirámide. Su cosecha es de ciclo corto sembrándose a principios de verano y recogiéndose la cosecha en otoño. Al ser menos productivo que los cereales verás que su precio en tienda es más elevado.
Tiene un menor índice glucémico por lo que no va a elevar tus niveles de azúcar en sangre como sí lo hace el trigo. Al mantener los niveles de glucosa estables no facilita la acumulación de grasa, es decir, no engordarás.
Contiene aminoácidos esenciales como la lisina, es cardiosaludable, ayuda a regular el colesterol y es una gran fuente de flavonoides de acción antioxidante. Además es rico en vitaminas del grupo B (B1, B3 y B5) y minerales como el hierro, fósforo, calcio, magnesio y zinc.
La comunidad celiaca ya es fan porque carece de gluten pero, además de esa peculiaridad, el trigo sarraceno tiene muchas más ventajas sobre su ‘primo’ el trigo. Pero aunque no tengas alergia ni intolerancia al gluten, el alforfón o trigo sarraceno es una buenísima opción como alimento ya que es muy completo, saludable y te va dar mucho juego en la cocina.
El trigo sarraceno es muy versátil, es la base de alimentos internacionales como los famosos fideos soba japoneses, de las galettes francesas o de los blinis rusos.
En tiendas vas a poder encontrar pan de trigo sarraceno, fideos soba, harinas, granos, copos… Puedes adquirirlo en forma de harina para hacer pan tu misma en casa, o elaboraciones como tortitas, pizza, bizcochos o tartas.
Sus granos puedes cocinarlos como si de arroz se tratara, salteándolos con verduras, mariscos, carne… cocido en ensalada también queda delicioso.
Con los copos suaves de trigo sarraceno (o con los granos) podrás elaborar deliciosos porridges. Solo déjalos en remojo unas horas o durante toda la noche y luego bátelos con tu leche vegetal preferida y canela. Puedes añadir frutas como arándanos o plátano, unas pasas, nueces…
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