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Sus usos son muy variados. Puedes utilizar leche de avellana para preparar recetas como postres, cremas, merengues... Por supuesto, también la puedes tomar sola ya que tiene un sabor dulce, agradable y es muy ligera.
Esta bebida vegetal, elaborada a partir de las avellanas, destaca por sus múltiples beneficios, sobre todo por su gran aporte de vitamina E. Toma nota de sus otras bondades.
Gracias a su alto contenido en vitamina E, previene la acción de los radicales libres y la oxidación de las células.
Sus vitaminas B6 y B9, y los ácidos grasos monoinsaturados, logran regular las grasas del colesterol ‘malo’.
Su consumo habitual contribuye a combatir el riesgo de enfermedades del corazón. Esto es porque los niveles de la presión arterial se regulan.
Su contenido en calcio ayuda a luchar contra la osteoporosis, la artritis y cualquier enfermedad relacionada con la descalcificación de los huesos.
Esta bebida contiene arginina, que aumenta la acción del sistema inmunitario, mientras protege al organismo de agentes patógenos malos para el cuerpo.
Si estás en esta etapa te gustará saber que sus isoflavonas permitirán reducir o eliminar sus incómodos síntomas, como los sofocos o sudores nocturnos. El motivo es que la acción química de este elemento es similar a la de los estrógenos, cuya disminución en la menopausia es la culpable de muchos de estos síntomas.
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