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En todo intento de llevar una vida saludable, viene incluida la costumbre de beber agua. Pero no es suficiente con unos tragos, el cuerpo humano necesita al menos dos litros al día para cumplir con todas sus funciones correctamente. Recuerda que más de un 60% de la composición del cuerpo es agua y que no tenemos la capacidad de almacenarla, por eso hay que reponerla constantemente.
1. Beber agua es indispensable para mantener sano nuestro organismo. Según Tania Mesa, directora de Nutrición de la Clínica Neolife, “facilita el transporte de nutrientes por el organismo, ya que el agua forma gran parte de la composición de la sangre”.
2. Contribuye de forma decisiva a dar estructura y forma al cuerpo mediante la rigidez que proporciona a los tejidos.
3. Regula nuestra temperatura corporal. “Las propiedades térmicas del agua y su capacidad para liberar el calor del cuerpo cuando el sudor se evapora de la superficie de la piel son de gran ayuda en el mantenimiento de la temperatura corporal durante todo el día”, advierte Mesa.
4. Realiza múltiples funciones: hidrata la piel, las mucosas y los ojos, entre otros. Facilita la secreción de saliva evitando la sequedad bucal.
5. Tomar agua, además, “ayuda con la capacidad de reaccionar a tiempo, tener vitalidad, evitar los cambios en el humor, mantener la calma y evitar la fatiga física”, concluye la experta.
6. Reduce la sensación de hambre. Y es que, a veces crees que tienes hambre y en realidad, es que tienes sed. Como este líquido no posee calorías, si bebes frecuentemente estarás favoreciendo la pérdida de peso.
7. Previene la deshidratación, el estreñimiento, facilita la digestión de los alimentos y elimina toxinas a través del sudor y la orina.
8. Elimina dolores de cabeza. A veces duele la cabeza como síntoma de deshidratación y es posible que sea porque no has bebido suficiente agua ese día.
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