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Contar calorías podría estar dando al traste con tu dieta, ¡lo dicen los expertos!

¿Contabilizas hasta la última caloría que ingieres, pero no se reflejan los resultados en la báscula? Puede que no hayas tenido en cuenta estos dos factores.

Pincha aquí para ver cuáles son los 10 alimentos que te ayudarán a luchar contra el envejecimiento/pixabay

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ÁNGELA F. DEL RÍO
ÁNGELA F. DEL RÍO

Has leído cuántas calorías deberías consumir al día (o las que ingiere la celebrity del momento), te sabes al dedillo las etiquetas de medio supermercado, descargaste varias aplicaciones que suman por ti las calorías de cada alimento , pero llegas a la báscula y ¡sorpresa! El número que se refleja en la pantallita no es directamente proporcional al hambre que estás pasando. Vamos, tú con el estómago “pegado” y la condenada gramo arriba, gramo abajo. Te mosqueas con el cosmos en general, maldices el día que te compraste la pesa y decides resarcirte a golpe de atracón, ¡que para eso comer menos no te ha valido de nada! Craso error. Sencillamente, puede que hayas obviado estos dos puntos, palabra de experto.

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No es cuestión de cantidad, sino de calidad

En un estudio realizado por la Standford University y publicado recientemente en el Joural of American Medical Association, el Dr. Christopher D. Gardner afirmaba: “Las personas que reducen el azúcar agregado, los granos refinados y los alimentos altamente procesados y se centran en comer muchas verduras y alimentos integrales, sin preocuparse por contar las calorías o limitar el tamaño de las porciones, pierden cantidades significativas de peso en el transcurso de un año”.

IG LAURA PONTS

Según esta conclusión de Gardner, director de estudios de nutrición en el Centro de Investigación de Prevención de la Universidad, la clave no reside en la cantidad en sí (evidentemente, ningún exceso es bueno), sino en la relación que establecemos con la comida y la clase de alimentación que llevemos. “Creo que nos equivocamos al pedirle a las personas que determinen cuántas calorías ingieren para luego exigirles que reduzcan ese consumo unas 500 calorías; eso hace que se sientan muy mal”, reiteró. “En realidad debemos enfocarnos en la dieta base, que consiste en consumir más verduras, más alimentos no procesados, menos azúcar añadida y menos granos refinados”.

Ejercicio físico, más que una obligación, una necesidad

He aquí la segunda cuestión crucial: el deporte. El australiano Drew Harrisberg, psicólogo del ejercicio y educador en diabetes (como él mismo se define), explicaba en la publicación Body + Soul la importancia del deporte a la hora de desencadenar una serie de respuestas fisiológicas que se verán reflejadas en la forma en la que tu cuerpo utiliza lo que ingieres. "El ejercicio estimula al cuerpo a quemar más de lo que almacena mucho después de que termine el entrenamiento. Aunque parezca increíble, la mayoría de los beneficios del ejercicio se producen fuera del gimnasio", afirmó.

ig victoria sport

Uno de esos factores es precisamente la sensibilidad a la insulina, una cuestión fundamental a la hora de metabolizar las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Pongámonos en situación. La insulina es una hormona segregada por el páncreas cada vez que el nivel de glucosa en sangre aumenta. Tener un exceso de glucosa (azúcar) en sangre es perjudicial, por lo que la insulina se encarga de eliminarla almacenándola en el interior de las células musculares y en las células de grasa del tejido adiposo. Vamos, que acaban en la barriga y en las caderas.

"La razón por la que el ejercicio es una herramienta tan efectiva para perder grasa es que configura tu cuerpo para eliminar las calorías que consumes", explica Harrisberg. "100 gramos de carbohidratos en un día sedentario, con tus reservas de glucógeno llenas hasta el tope, se metabolizarán de manera muy diferente a 100 gramos de carbohidratos después de un entrenamiento físico intenso cuando hayas agotado algo de glucógeno y mejorado tu sensibilidad a la insulina". ¡He ahí el quid de la cuestión!

Conclusión: no te obsesiones con la cantidad hasta el punto de soñar con la aritmética de tu cuerpo, lleva una dieta sana y equilibrada, controla la calidad de lo que consumes y sobre todo, ¡muévete! Mens sana in corpore sano.

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