Los probióticos se han convertido en elementos fundamentales para mantener la salud de la microbiota y por ende la del organismo al completo. Los pickles, o vegetales encurtidos, son alimentos fermentados que, gracias a su efecto probiótico, van a ayudar a tu cuerpo a sentirse mejor que nunca y a evitar alteraciones perjudiciales para la salud y enfermedades. No te pierdas cómo puedes hacer tus propias conservas de fermentados en casa.

Beneficios de los alimentos fermentados

En la antigüedad, el proceso de fermentación no tenía como único objetivo conservar durante más tiempo los alimentos, también se consumían como alimentos medicinales para mejorar la digestión y lograr un mejor estado de salud a nivel global.

pinterest

Al igual que ocurre con alimentos como el kimchi o el chucrut, los pickles son considerados probióticos gracias a que aportan al cuerpo microorganismos beneficiosos para la salud.

Los pickels ayudan a regenerar y a mantener la salud de la flora bacteriana intestinal o microbiota, favoreciendo el proceso digestivo y facilitando la eliminación de toxinas y sustancias de deshecho por el organismo.

Estos vegetales, gracias al proceso de fermentación, cuentan con enzimas beneficiosas para la salud del cuerpo, eliminan mucosidades y tiene un efecto muy positivo en la salud del sistema nervioso ya que gran parte de los neurotransmisores se generan en el intestino.

Los fermentados refuerzan la respuesta del sistema inmunológico, ayudan a disminuir la inflamación y la permeabilidad intestinal relacionada con enfermedades autoinmunes.

Además de tener efecto depurativo, antiinflamatorio y digestivo, también favorecen la descomposición de los nutrientes y la correcta absorción de los mismos. Y son ricos en minerales y vitaminas B y C.

Ya has visto que estos alimentos fermentados son sanísimos, ahora solo queda aprender a hacerlos. Saca tu cuaderno de recetas porque ¡son sencillísimos de elaborar!

Cómo elaborar tus propios pickles

Elige las verduras que más te gusten (zanahorias, pepinos, chalotas, remolacha, coliflor, lombarda, pimientos, rábano…), lávalas y córtalas del tamaño que quieras. Las que cortes en trozos pequeños tendrán un proceso de fermentación más rápido (aproximadamente unos 10 o 15 días).

Una vez cortadas pésalas y así podrás calcular la cantidad de sal marina que vas a necesitar para elaborar tus pickles, 15 gramos de sal por cada kilo de verdura. Pon un par de cucharadas de sal en el fondo del tarro que vayas a utilizar para tus pickles, y encima pon 2 cucharadas de las verduras picadas, apriétalas un poco hacia el fondo con la parte de atrás de la cuchara o con ayuda de un mortero y pon sobre ellas dos cucharadas más de sal. Repite el proceso por capas hasta llenar el frasco presionando bien las verduras y terminando con sal encima.

unsplash

Puedes cubrir el recipiente durante con una gasa o muselina, o bien una tapa pero dejando que entre aire para que se dé el proceso de fermentación. Pasados 2 o 3 días ya puedes cerrar el frasco de forma hermética para que no entre aire y dejarlo en un lugar fresco al resguardo de la luz como mínimo durante una o dos semanas. ¡Ya estarían tus pickles listos para su consumo!

Si quieres lograr una fermentación más larga porque hayas cortado la verdura más gruesa o esté entera, solo tienes que dejarlo fermentar más tiempo. Asegúrate que el resultado final sean verduras crujientes. Para detener el proceso de fermentación conserva tus frascos en la nevera.

Esta es la fórmula que se utilizaría salando en seco pero puedes utilizar salmuera, que se haría disolviendo la sal en agua y luego bañar los vegetales ya metidos en el envase que elijamos, o bien fermentarlos utilizando vinagre de manzana, miso o vinagre de umeboshi.

unsplash

También puedes añadir a tu preparación diferentes aderezos para darles un toque diferente a los encurtidos o incluso aportarles más beneficios saludables incluyendo ingredientes como cúrcuma, pimienta negra, wasabi, limón, albahaca, jengibre…

La mejor forma de conservarlos es en tarros de vidrio o cristal con cierre hermético, si observas que ha aparecido moho en la parte de arriba del tarro no te preocupes ni creas que tienes que desecharlo, retíralo con un cubierto de metal (si ha afectado a alguna de las verduras deséchala también) es normal y puede ocurrir cuando el tarro está expuesto a oxígeno. Un truco para evitar que aparezca es poner un chorro de aceite de oliva o una hoja de repollo en la superficie.

Como ves, el proceso es muy sencillo y natural, solo hay que tener un poco de paciencia, vigilar el estado de los tarros y luego degustar tus deliciosos pickles saludables. ¿Te animas a llenar tu despensa de ricos alimentos probióticos?

También te interesa

  • Beneficios saludables del vinagre de manzana que no te imaginarías

  • Té kombucha, la bebida probiótica y saludable de la que todo el mundo habla

  • Umeboshi, el alimento japonés que ayuda a eliminar toxinas

Temas

Nutrición, Salud