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Llevamos años diciendo que los 40 son los nuevos 30. Y sí, claro que puedes seguir sintiéndote igual que cuando llegaste a la treintena, la misma energía, el mismo espíritu, las mismas aficiones, pero hay algo de lo que se habla poco y suele ocurrirle a tu cuerpo cuando cumples cuatro décadas de vida: la perimenopausia, que es básicamente el comienzo de una disminución gradual de estrógeno en el cuerpo.
La premenopausia o perimenopausia es la etapa previa a la menopausia y corresponde a un periodo donde el cuerpo y la mente sufren cambios. Puede comenzar a los 40 años, aunque esto depende de cada mujer, y tiene una duración de entre dos y siete años. Durante este tiempo, aproximadamente el 70% de las mujeres ven afectados sus cuerpos y en su mente debido al cambio de niveles de estrógeno. El cambio es tal que pueden ver afectado su ciclo menstrual.
Los síntomas
Generalizar sería una equivocación, pues cada cuerpo es diferente, A muchas mujeres estos síntomas les comienzan alrededor de los 40. Las hormonas sexuales femeninas ( estrógenos, en especial) comienzan a desestabilizarse. Estos cambios se ven reflejedos en:
Sofocos: es habitual que las mujeres que padezcan perimenopausia tengan bastante calor. Estos sofocos suelen ocurrir por la noche.
Dificultad para dormir: se produce habitualmente por los calores.
Periodos menstruales irregulares: quienes lo padecen sufren de cambios bruscos en la menstruación. Estos suelen estar asociados a ciclos menstruales o muy cortos o muy largos. También la cantidad de regla varía entre una y otra.
Pérdida de orina
Sequedad vaginal: esto termina convirtiéndose en un problema en el ámbito sexual. Los cambios constantes en los niveles de hormonas hacen que se produzca una pérdida notoria de la elasticidad y lubricación vaginal.
Dolor corporal: los cambios en las hormonas debilitan los hueso. Otro problema relacionado a esta etapa es la retención de líquidos.
Cambios de humor: durante esta etapa se pueden incrementar los cambios de humor, irritabilidad o incluso depresión.
Pero tranquila, ni todas las mujeres lo padece ni todas lo viven con la misma intensidad. Recuerda siempre acudir al médico para que te realice.
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