¡La alergia no podrá contigo! Todo lo que debes saber para combatirla

¡Bienvenida primavera! Recibir esta estación para muchos es una buena noticia. La llegada del buen tiempo, tener una hora más de sol y que en consecuencia nuestro humor sea mejor después haber pasado un frío y gris invierno... Pero esta época del año también tiene sus 'peros': la famosa astenia primaveral y cómo no, la temida (para muchos) alergia.

Actualmente en nuestro país hay 8 millones de personas alérgicas a los pólenes, 7 de los cuales son alérgicos a las gramíneas, seguidos en orden decreciente, el olivo, arizónicas, plátano de sombra, salsola y parietaria, según últimos datos publicados por la SEIAC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología crónica).

Las concentraciones de pólenes en la atmósfera están directamente relacionadas con el clima. Es por eso que cuando llueve suele ser un alivio para estos pacientes ya que produce que la atmósfera se "limpie". La lluvia, la temperatura, la humedad y el viento son los factores que están directamente relacionados con las alergias así como la cantidad de granos de polen concentrados. A mayor concentración, existe una mayor probabilidad de experimentar síntomas alérgicos, aunque puede variar en cada persona.

Para hacernos una idea las cifras en las que se mueve la intensidad de la polinización en gramíneas , por ejemplo, hablamos de: menos de 1000 granos/m3 nos situaría en una primavera muy leve, de 1000 a 4000 granos/m3 sería una primavera leve, de 4000 a 6000 granos/m3 tendríamos una primavera moderada y más de 6000 granos/m3 una primavera intensa.

No solo la primavera trae consigo numerosos pólenes que hacen la vida imposible a los alérgicos, si no que dependiendo de la época del año y de nuestra sensibilidad a determinados de ellos también se puede sufrir alergia en invierno dando cabida a los falsos resfriados. Rinitis, picor de ojos, estornudos, conjuntivitis... y es que la palotología alérgica dificulta en muchos aspectos de la vida a aquellos que la padecen porque tal y como nos afirman desde la SEAIC : “Hay alergia respiratoria todos los meses del año, en función de la época a unos pólenes u otros porque varía el mes de floración. Por ejemplo, en enero y febrero en el centro de España hay cupresáceas y si los niveles de granos por metro cúbico de aire son elevados habrá más síntomas. Si se tiene alergia o síntomas hay que acudir al alergólogo para un diagnóstico adecuado y tratamiento: de rescate (tipo antihistaminico, curativo: las vacunas; o preventivo: mascarillas, etcétera”.

Concretamente este año el invierno ha sido bastante seco, con lluvias en otoño un 20% por encima de la media, lo que ha favorecido el crecimiento de todas las especies vegetales. De la misma forma, las oscilaciones térmicas y las temperaturas máximas muy superiores a lo normal en esta época también contribuyen y adelantan la floración: “La familia de las cupresáceas, entre las que se encuentran los cipreses y las arizónicas, liberan sus pólenes de enero a marzo y se han beneficiado notablemente de las circunstancias anteriores presentando valores mucho más altos en toda España”, explica el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC. “Además, la ausencia de lluvia no ha limpiado la atmósfera de pólenes y los fuertes vientos han ayudado a su diseminación”, continua.

En los últimos diez años se ha duplicado el número de alérgicos a los pólenes más alergénicos. “Las gramíneas han pasado del 35% al 74%, la arizónica del 9% al 23%, el plátano de sombra y la salsola del 7% al 14% y el olivo del 30% al 52%.”, según explica el doctor Moral sobre el último informe.

El cambio climático y la contaminación son dos de las causas más poderosas por las que han incrementado las alergias y han afectado a aquellas personas más suceptibles. La emisión de partículas contaminantes de las calefacciones así como de los motores diesel altera la estructura del pólen haciendo que este genere proteínas de estrés como defensa y aumentando la capacidad de inducir una respuesta alérgica en la población. Desde la SEIAC nos comentan que: "Es imposible saber qué personas debutarán como alérgicas, se convertirán en ellas o nacerán con atopias que lo favorezcan. También hay cierta carga genética, familiar, etc."

Para aquellos casos que la alergia esté diagnosticada y sea factible la vacunación también puede ser una solución y es que los últimos datos rebelan que "La inmunoterapia disminuye un 40% los gastos en servicios médicos y un 30% el referido a uso de fármacos de alivio sintomático", aegún se afirma desde la SEIAC.

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