Beneficios, propiedades y 4 recetas de cuscús

A diferencia de la quinoa , el cuscús es una pasta elaborada a base de sémola de trigo duro pero que no se ha llegado a convertir en harina. Este alimento tiene su origen en el siglo XIII y procede del norte de África, aunque hoy en día es muy posible encontrarlo como ingrediente habitual en la gastronomía de muchos países.

La forma de hacerlo es muy sencilla. Simplemente se necesita agregar agua caliente, dejar que cueza durante unos minutos y dejarlo reposar hasta que se haya absorbido todo el líquido. Al finalizar, separa los grumos que se hayan formado con un tenedor.

El cuscús cuenta con muchas cualidades positivas para nuestra salud y sus beneficios son numerosos. Eso sí, atención celíacos porque es un alimento que contiene gluten debido a que es un hidrato de carbono. Este alimento también contiene vitaminas B y vitamina E, y es considerado un antioxidante natural. El cuscús estimula también la regeneración de vitamina C y vitamina E, que tienen un papel muy impotante en los mecanismos de defensa del cuerpo, es decir, inciden en el beneficiar nuestro sistema inmune.

El cuscús contiene una gran cantidad de hidratos de carbono el combustible que proporciona una gran energía a nuestro organismo. Además, su alto contenido en fibra y bajo en grasa nos ayuda a combatir el estreñimiento.

Uno de sus componentes más importantes es el selenio, un mineral complicado de encontrar en los alimentos y al mismo tiempo, esencial para el cuerpo humano. En tan solo una porción de cuscús encontraremos el 60% del consumo sugerido de selenio a diario.

El cuscús también ayudarnos a desarrollar masa muscular gracias a su gran aporte de proteína, lo que también nos ayuda a cicatrizar las heridas tanto internas como externas.

Por otro lado, este alimento es también un gran aliado a la hora de perder peso debido a que es bajo en calorías, sodio, colesterol y grasas saturadas. Para que comiences a incorporarlo más a menudo en tu dieta aquí te dejamos unas cuantas recetas muy sencillas y riquísimas.

Primero se ponen en remojo los garbanzos, (se recomienda hacerlo la noche anterior para que a la hora de cocinarlos estén blandos) se corta la carne de cordero en pequeñas piezas y se le añade sal y pimienta. A continuación se lavan, pelan y cortan en pequeñas prociones las verduras y se ponen al fuego junto al cordero, aderezado con pimentón y cilantro. Cuando esté listo se añaden los garbanzos.

Para el cuscús: se pone a calentar una taza de agua con un poco de aceite y, antes de que hierva, se añade una taza de cuscús. Se deja reposar unos minutos hasta que el agua se haya absorbido.

Una vez listo, mezclamos todos los ingredientes y ¡a comer!.

Se pone aceite en una cazuela y se añaden la cebolla y el ajo picados a fuego lento durante 10 minutos. Se pela la zanahoria y se corta en cuadraditos. Se añade a la cazuela y se deja en reposo otros 5 minutos más. Mientras se hace el cuscús: se calienta agua sin que llegue a hervir, se añade la misma cantidad de cuscús y se deja reposar durante unos minutos. Cuando esté listo mezclar todos los ingredientes y añadir un poco de pimienta negra por encima.

Se lavan bien los tomates y el pimiento y luego se cortan en cuadrados pequeños. Se salpimenta al gusto y se añade un poco de jugo de limón. Se mezcla y mete en la nevera mientras se hace el cuscús. Una vez hecho, añadir todo al cuenco y... ¡listo!

Se calienta agua con un poco de aceite y, antes de que hierva, se añade el cuscús. Se deja reposar unos minutos hasta que se haya absorbido el agua.

Se lavan los mejillones, se limpian y se quita la tierra. Se ponen en una sartén y se dejan hasta que se abran con una cucharada de aceite de oliva. Se añade el tomate frito. Para terminar se mezcla el cuscús en la sartén con los mejillones y se sirve el plato bien caliente.

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