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Durante el Taller de Cancer Beauty Care tuvimos la oportunidad de conocer cuáles son los cuidados básicos de la piel en cuestiones que se plantean la mayoría de los pancientes oncológicos antes de los cambios de imagen que se derivan de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia a la hora de afrontar un cáncer.
La importancia de que un paciente oncológico se sienta bien y esté agusto consigo misma después de los efectos secundarios que se derivan de los tratamientos que se realizan para superar la enfermedad es crucial para su recuperación. Para ello, Leonor Prieto, Directora Científica de La Roche-Posay, explicó cómo muchos avances en dichos tratamientos han sido todo un logro como una menor caída del cabello o la disminución de las náuseas pero la piel sigue sufriendo estos efectos adversos en muchas ocasiones.
Los problemas dermatológicos más importantes que suelen aparecer a raíz de estos tratamientos suelen ser : la sequedad extrema, el picor que sufre mucho en la calidad de vida, acné, erupciones rojizas, fisuras en manos y pies, roturas de las uñas, la fotosensibilidad porque todos los tratamientos oncológicos reducen la protección que tiene la piel frente al sol… “Parece que siempre asociamos los problemas de la piel a la estética pero en verdad la piel es un factor determinante para la vida”, explica Leonor.
Pero además de estos derivados físicos, la parte psicológica también se convierte en un problema real. “Todos tenemos un cuerpo y un alma y muchas veces los profesionales sanitarios nos hemos dedicado mas al cuerpo y nos hemos olvidado del alma, de ese efecto psicológico y ver que tu piel ha cambiado. Por eso, también trabajamos para cuidar la piel y mejorar así la calidad de vida”, añade.
Estos productos están pensados para ser un complemento terapéutico a los tratamientos para que estos sean más efectivos. “Refuerzan la barrera cutánea, favorecen la adherencia al tratamiento, reducen los síntomas de grados de severidad y no se intensifiquen. Por ellos los tratamientos deben ser antes, durante y después del tratamiento porque también hay un aspecto profiláctico y conseguir así que la barrera sea más fuerte para que los efectos secundarios sean menores”.
Mimarnos y cuidar la piel hace que nos cuidemos más en todos los sentidos y tomemos conciencia de ello según los expertos: aumenta la autoestima, reduce la ansiedad, devuelve la mejora de imagen y mejora el estado de ánimo.
La utilización de la cosmética, dentro del tratamiento oncológico, debe ser simple y por ello hay cuatro pasos a realizar que son fundamentales para los cuidados de la piel según nos cuenta la especialista, Leonor Prieto.
La higiene: la limpieza es el paso clave para cualquier piel y una higiene inadecuada nos puede perjudicar la función de barrera. Los jabones son muy alcalinos y deben estar enriquecidos con elementos hidratantes como la glicerina o la manteca de karité para que esa limpieza no sea perjudicial. Las soluciones micelares nos van a ayudar más y siempre hay que hacerlo de forma ligera. El agua termal es muy importante como complemento siempre aplicandolo de forma suave. Pero no solo debemos pensar en el rostro, también realizar estos pasos en el cuerpo es muy importante. Alejémonos siempre de las esponjas porque son nidos de microorganismos y secar sin frotar sino suavemente y a toquecitos para no causar irritación.
La hidratación y la reparación: las cremas hidratantes compensarán los elementos que nos faltan a base de agua y grasa. Siempre utilizar productos sin alcohol y aplicarlos siguiendo las líneas de tensión facial. La hidratación en el cuerpo es fundamental también y se recomienda aplicar la crema después de la ducha. Cuando hablamos de productos de reparación exiten diferentes formatos que podemos utilizar para distintas zonas y así facilitar su aplicación.
La fotoprotección: se trata de unos filtros que forman un escudo protector ya que todas las terapias producen una sensibilidad exacerbada en la piel. También hacen que aumente la sensibilidad a las radiaciones ultravioleta que a su vez son las que más afectan a la piel y nos atacan sin que nos demos cuenta. Tenemos que buscar productos que tengan una protección muy alta en 50+ UVB y UVA. Hay que tener en cuenta que los números en protección no son lineales pero en fotoprotección no es así ya que del 50+ a 100+ no hay mucha diferencia y “la pantalla total no existe”. Es muy importante que sean estables, utilizarlo en todas las zonas, incluso las protegidas por la ropa.
Para hablar del cuarto paso, el maquillaje corrector, otra de las profesionales de La Roche-Posay realizó un taller práctico para aprender cómo aplicar el maquillaje en aquellas pacientes de cáncer que quieren disimular rojeces o erupciones que pueden derivarse de los tratamientos oncológicos. “El maquillaje corrector nos va a devolver la buena imagen y el buen aspecto. Se unifica la piel con productos de fondo o base de maquillaje y pueden utilizarlo tanto hombres como mujeres”, nos aclara Leonor.
Begoña Gómez, formadora y maquilladora experta de La Roche-Posay, nos dio los siguientes tips para saber utilizar el maquillaje correcto y asi disimular imperfecciones de la piel como pueden ser acné, rojeces, ronchas… saber corregirlas y al mismo tiempo darle buen aspecto a nuestro rostro:
Maquillaje: en primer lugar limpiar e hidratar siempre la piel previamente. Utilizar un maquillaje cubriente y que se pueda utilizar en el día a día. Se puede aplicar con la yema del dedo o con un pincel. Nunca utilizar esponjas para aplicar el maquillaje ya que pueden acumular muchas bacterias. Debemos aplicarlo siempre de la zona de dentro al exterior. Si por ejemplo tuviéramos una imperfección como un angioma o una rojez, incidiríamos más en esa zona pero sin subir el tono y adaptándolo. Recomendamos que sea resistente al agua y al sudor.
Correctores: los correctores se pueden utilizar antes o después del maquillaje. Zonas en las que se pueden utilizar: en la ojera, nunca aplicar en redondo para no hacer efecto bolsa, sino en triángulo. Otra de las zonas clave es el rictus y también “la zona de la sonrisa” iluminando a toquecitos con el corrector.
Sombras: las sombras de La Roche-Posay normalmente llevan 3 tonos: una base y dos tonos dúo para combinar, uno más oscuro que otro. Los ojos azules no se maquillan de azul y los ojos verdes no se maquillan de verde, hay que utilizar tonos que contrasten más como un marrón, gris, ciruela… Aplicar la base de las sombras y después aplicar la línea o eyeline. Como truco: es mejor realizarla de fuera hacia dentro (hasta la mitad aproximadamente) siguiendo la línea de la pestaña. En el caso de que hubiera habido caída de pestañas podemos hacer la línea más gruesa para hacer el mismo efecto como si hubiera. Los tonos nacarados o con purpurina suelen dar un aspecto más envejecido al párpado, es mejor utilizar tonos irisados o mates. La regla básica que debemos saber a la hora de maquillar los ojos es que los tonos claros, iluminan y rellenan y los oscuros, oscurecen y hunden. Por lo que los tonos claros mejor ponerlos como base y en el centro del ojo y los tonos oscuros en la zona más exterior del párpado móvil.
Los polvos: una vez finalizado el maquillaje aplicaríamos polvos matificantes traslúcidos que no tienen nada que ver con los polvos de sol que son los que esculpen el rostro aplicándolo con una brocha gorda en forma de 3 comenzando en la sien y acabando en el mentón. Los matificantes no aportan color pero aportan un aspecto aterciopelado a la piel. Para aplicar el colorete podemos realzar la sonrisa y donde veamos que se marca el pómulo nos servirá de guía para aplicar el colorete.
Las cejas: Es el último paso de maquillaje. Necesitamos un lápiz de cejas color marrón, gris… nunca utilizar negro y es muy importante trabajar la ceja aplicando el lápiz dibujando pequeñas líneas como si fueran comas.
Para dibujar la ceja realizaríamos la regla de las 3 líneas con el lápiz de referencia:
1. Desde la aleta de la nariz con el lápiz en vertical para definir el comienzo de la ceja (marcamos un puntito).
2. Desde la aleta de la nariz pasando el lacrimal o pupila marcaría la altura de la ceja (marcamos otro puntito)
3. Desde la aleta de la nariz pasando por el rabillo del ojo sería la terminación de la ceja (marcando otro punto de referencia).
Finalmente solo trataríamos de unir los tres puntos rellenándola y trabajando con el lápiz haciendo pequeñas rayitas como si fueran pelitos.
.Los labios: utilizar perfilador del centro a las comisuras. Después el arco de cupido y el resto del labio. Para asimetrías y correcciones hacerlo con un perfilador de tono neutro como rosados o beig. Después rellenamos con color.
La máscara de pestañas: y por último para la máscara de pestañas lo más cómodo es mirar hacia arriba y en esa posición aplicarla.
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