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La moda de los superalimentos ha llegado para quedarse. El té matcha, las bayas de Goji o el camu camu han tomado el 'feed' de Instagram de medio mundo y se han convertido en el único tema de conversación en los círculos 'healthy'. Las propiedades y los beneficios de estos alimentos no son una novedad, sin embargo, ha sido Internet quién los ha hecho virales. ¿El último en entrar en la lista? El miso. Una pasta vegetal hecha a base de soja.
Esta pasta aromatizante con semillas de soja o cereales y sal fermentada con el hongo koji, ha sido considerado un alimento con propiedades curativas tanto en China como en Japón desde épocas milenarias. Solo hace 100 años que se popularizó su consumo, no obstante, ha sido ahora cuando sus incontables propiedades han salido a la palestra.
Pareciera que consumir miso fuera el santo grial de la salud. En teoría, sirve para todo. Por lo que si últimamente te encuentras flojo, no lo dudes, incorporarlo en tu dieta sería la solución perfecta.
Dile adiós al ácido hialurónico, las agujas, los escarceos con el bisturí... el miso podría ser la solución a todas tus plegarias. ¿Por qué esta pasta ayuda a tu piel? Debido a sus altos niveles antioxidantes, que juegan un papel fundamental cuando hablamos de reducir los signos de envejecimiento prematuro. ¿Otro plus? Ayuda a mantener la piel sana y con un brillo natural. Si combinas este alimento con otros complementos, como por ejemplo, el aceite de onagra, los resultados serán asombrosos. Con los beneficios que también, aporta elegir cuidados naturales que miman tu organismo sin dañarlo. Te lo ponemos fácil, lo próximo que tienes que hacer es una sopa de miso. Tu piel (y tu organismo) te lo agradecerá.
Gracias a su composición, el miso tiene niveles altos de calcio y vitamina K, este alimento ayuda al mantenimiento saludable de los huesos y reduce las posibilidades de sufrir osteoporosis.
El 80% de las células del sistema inmunológico se encuentran en tu estómago, por lo que consumir alimentos que contengan probióticos, como por ejemplo el miso, son un punto clave a la hora de fortalecer esa inmunidad. Pero esta relación también se extiende a la salud de la piel y al buen funcionameinto cognitivo, por lo que el miso, si se consume con frecuencia, es un claro aliado para la piel.
Los probióticos (y prebióticos) son esenciales para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Los podemos encontrar de manera natural en los alimentos o consumirlos de manera externa, (en pastillas) si tenemos las defensas bajas. El miso, es una pasta fermentada que actúa en el sistema digestivo como el yogur. Pero uno de sus beneficios, es que no tiene fermentos lácticos, por lo que es apto para los intolerantes a la lactosa.
En 2003 en Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU publicó un estudio que referenciaba el seguimiento de más de 21 mil mujeres que durante diez años, tomaron tres (o más) boles de sopa de miso diarios y redujeron el riesgo de padecer cáncer de pecho en casi la mitad.
Si después de nombrar todos estos beneficios aún no te hemos convencido para introducir este alimento en tu dieta, solo te recomendamos probar la sopa (si no lo has hecho ya). Si sus propiedades antiedad y antioxidantes no te parecen razón suficiente, seguro que te enamora por su sabor. Palabrita.
¿A qué esperas para tomarla?
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