Seguro que has escuchado alguna vez la frase de "consúltalo con la almohada" cuando te aconsejan que pienses un asunto o que soluciones un problema. Si lo haces, tenemos que decirte algo: no, mal. Jamás deberías llevarte las preocupaciones a la cama. El dormitorio y sobre todo, el lugar concreto donde duermes debería ser un 'espacio seguro', libre de drama, que te transmita paz y que además, sea una especie de santuario en el que descansar es lo primordial.
Muchas veces es inevitable, sin embargo, es no es misión imposible. Crear una rutina antes de dormir es primordial. Pero tenemos una mala noticia: tomarte una copa de vino antes (o beber alcohol de cualquier tipo) no te ayuda a mejorar el descanso. Y tiene una explicación muy sensata.
Aunque una copa -o dos- de vino te ayuden a conciliar el sueño más rápido (algo que seguro deseas si sufres estrés o insomnio) no te permite descansar mejor. Por lo que el remedio será peor que la enfermedad: tardarás menos en dormirte, pero la calidad del sueño será nefasta. Se tarda, más o menos, dos horas en metabolizar el alcohol de una copa de vino. Durante ese tiempo no descansas lo suficientemente profundo, por lo que el efecto es contraproducente.
Si interrumpimos el ciclo del sueño así, es más probable que nos despertemos durante la noche, tengamos que ir al baño más veces e incluso, puede interferir con el ritmo cardíaco. Además, adoptar el alcohol como norma antes de ir a dormir puede empeorar, aún más, tus problemas existentes y crear nuevos. ¿Cómo cuáles? Dificultades para conciliar el sueño, no dormir por la noche, inteferir en la calidad de este e incentivar las dificultades a la hora de mantenernos despiertos de día. Parece que la frase 'un vinito y a la cama' tiene más contras que pros.
Por todo esto, si tienes problemas a la hora de dormir, lo mejor es buscar una solución en la que el alcohol no sea el protagonista, pero tampoco las pastillas químicas que tras un uso muy prolongado, pueden acabar creando adicción.
Hay distintos productos naturales como la melanina o incluso la lavanda que pueden ayudarte, pero sobre todo, lo más importante es llevar a cabo una rutina antes de ir a la cama, algo muy beneficioso, ya que el cerebro se acostumbra y se prepara para dormir. Piensa que esta es una técnica muy utilizada en los niños.
Invertir tiempo en una rutina de belleza, en leer algunas páginas de tu libro favorito o incluso, sentarte al borde de la cama y aplicarte crema hidratante en las manos entendiéndolo como un ritual pueden ser clave a la hora de construir estos parámetros y no padecer insomnio.
Hay incluso alimentos que te puede ayudar ... no digas que no te hemos avisado. Si lo que quieres es dormir plácidamente, debes renunciar a algo. Aunque sea ir de vinos con las amigas. Eso sí, estarás más descansada.
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