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Este tipo de plato, que se ha hecho viral en Instagram por su lado de recetas o ideas de platos healthy, ha sido bautizado rainbow bowl por su múltiple colorido y aspecto divertido. La única norma es que no solo tiene que entrar por la boca sino también por los ojos. De ahí que el cocinero saque su creatividad a relucir a la hora de preparar los ingredientes. Puedes cortar, rallar, espolvorear, pelar e incluso hacer figuritas. Eso queda al gusto del comensal.
Muy fácil: alimentos que sean de color, cuanto más intenso mejor, porque eso significa que va llenito de nutrientes en su interior.
Vegetales, frutas, semillas, verduras, frutos secos… Todo será bien recibido si lo planteas bien en el plato. Crudo y a la plancha también combina bien, de modo que si juntas unas hojas frescas de espinacas con trozos de pollo o tofu a la plancha, habrás creado un bonito tándem.
El secreto de un buen rainbow bowl es que es un plato saludable y muy completo, además de artístico.
Las pistas que nos da este pigmento en un alimento es que viene repleto de licopeno (un caroteno) que es rico en antioxidantes. Es decir, muy bueno para luchar contra radicales libres y frenar el envejecimiento. Por otro lado, previene los daños al ADN, posee efecto antiinflamatorio y favorece la regeneración celular. No pueden faltar los tomates, los frutos rojos o los pimientos en tu súper bowl.
En estos alimentos encontramos vitaminas A, C y ciertos minerales. Calabaza, zanahorias, maíz, piña… Todos ellos mejoran el aspecto de la piel, protegen al organismo de enfermedades digestivas y cardiovasculares, entre otras.
Arándanos, higos, remolacha… Contienen cantidad de calcio y otros nutrientes antiaging.
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