¿Realmente hay relación entre el consumo de azúcar y el cáncer?

No solo el azúcar aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud como el sobrepeso, la obesidad , la diabetes o la caries, también es el causante directo de otros síntomas que llevan asociados, como asma, colesterol , hipertensión o incluso cáncer. Se ha estudiado mucho sobre la relación entre el consumo de azúcar y el cáncer, pero ¿qué hay de cierto en esta correlación?

La mayoría de los pacientes con cáncer, y los pacientes de diversas enfermedades en general, no reciben una asesoría nutricional para poder hacer un tratamiento integrativo que trate la enfermedad de manera global. Sin duda, la glucosa es el principal ingrediente que deberían eliminar de sus dietas.

El Dr. Otto Warburg, Premio Nobel de Medicina en 1931, descubrió que las células cancerígenas tienen un metabolismo energético que difería del de las células sanas. Las células cancerígenas poseen un metabolismo anaeróbico, esto hace que en ausencia de oxígeno consuman glucosa como principal alimento para generar energía. Según Warburg “La causa principal del cáncer es el reemplazo de la respiración con oxígeno en las células normales del cuerpo por la fermentación del azúcar”. Por esta razón se ha llegado a la conclusión de que el exceso de azúcares promueve el crecimiento del cáncer.

Las células cancerígenas consumirían entre 3 y 4 veces más glucosa que las células sanas, sin embargo, esa glucosa no se transforma en energía sino en ácido láctico. Esta sustancia de deshecho que proviene de la descomposición de la glucosa cuando no hay oxígeno es responsable directa de la fatiga y el cansancio que siente el cuerpo, acidificando el medio para que las células cancerígenas puedan desarrollarse mejor, haciéndolas también más fuertes y resistentes a los tratamientos médicos.

El Dr. Javier A. Menéndez, Jefe del Grupo de Metabolismo y Cáncer del Programa ProCURE del Instituto Catalán de Oncología y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona, participó en un estudio publicado en Nature , que va un paso más allá de Warburg y concluyó que “El metabolismo de la glucosa actúa enviando señales a la célula. Hasta ahora se pensaba que las mutaciones genéticas generaban cambios metabólicos en la célula tumoral pero podría ser al contrario. Cuando el metabolismo se altera es capaz de mandar señales a células, proteínas y genes. Esto supondría que un cáncer se puede iniciar exclusivamente por un síndrome metabólico”.

Esto es una revelación en el campo de la oncología, que había estado relacionando los tumores con mutaciones genéticas, que da paso a una investigación profunda del papel del metabolismo en el estudio del cáncer. “Durante años ha imperado la idea de que el cáncer es genético, no hereditario, que afecta por causa de los genes, y no se han tenido en cuenta la importancia de otros mecanismos en el cáncer, como el metabolismo” explica Menéndez.

El consumo de azúcar se ha disparado en las últimas décadas, trayendo consigo enfermedades relativamente modernas y también asociándose con enfermedades degenerativas, autoinmunes, cáncer y alergias. Hoy en día se consumen toneladas de azúcar en todo el mundo, se ha calculado una media de 24 kilos de azúcar por persona al año, una pasada ¿verdad?

La lista de enfermedades que se relacionan directamente con el consumo de azúcar es interminable. La Dra Isabel Belaustegui expone que “ El azúcar favorece la inflamación y favorece el desarrollo de algunos tipos de cáncer como el de próstata o el de mama. También altera la producción hormonal, produce daños a nivel cerebral. Afecta a la memoria y al nivel de aprendizaje.”

Los expertos recomiendan que el azúcar se evite en pacientes con cáncer (y con cualquier enfermedad crónica, autoinmune, alérgica o degenerativa) y que mantengan una dieta sana y equilibrada, basada en comida real, que mantenga estables los niveles de glucosa en sangre, por lo que el consumo de carbohidratos y azúcares como los de la fruta podrían incluirse perfectamente en la dieta pero con moderación.