Beneficios del amaranto, el superalimento heredado de los mayas

Los superalimentos han venido para quedarse y es que en realidad nunca se fueron. El amaranto es uno de las semillas más antiguas de América, un alimento ancestral que cultivaban los incas, los mayas y los aztecas, que ya por entonces se beneficiaban de las propiedades del amaranto. No te pierdas todo lo que este superalimento puede hacer por tu salud.

Es una semilla de gran rendimiento y resistente en tiempos de sequía, por lo que es una apuesta segura para los agricultores si cuentan con un buen terreno. Cuenta con un gran valor nutricional, es rico en minerales y proteínas de origen vegetal de alto valor biológico, ya que incluyen todos los aminoácidos esenciales. Es una forma magnífica de incluir aminoácidos esenciales en dietas veganas o vegetarianas, ya que tienen casi el doble de proteínas que el arroz integral.

El amaranto es muy rico en fibra, el triple que el trigo, por lo que te va a ayudar a controlar el peso, mejorar el tránsito intestinal, eliminar toxinas y mantener saludable la microbiota. Es rico en calcio, magnesio, hierro, zinc y selenio, que refuerzas el sistema inmune protegiendo al organismo de enfermedades.

Sus carbohidratos se encuentran mayormente en forma de almidones, cuenta con un índice glucémico bajo, por lo que es un alimento apto para diabéticos y perfecto para incluir en dietas de adelgazamiento. Además n o tiene gluten por lo que se convierte en un ingrediente perfecto para alérgicos e intolerantes y para aquellas personas que por cuestiones de salud no incluyen gluten en sus menús.

Seguro que te suena el escualeno como componente antioxidante del aceite de oliva, pues el amaranto también cuenta con un buen nivel de esta sustancia protectora que, aunque se encuentra en el organismo de manera natural, comienza a reducirse a partir de los 25 años por lo que necesitamos aportarla al cuerpo a través de la dieta para mantener un buen estado de salud.

Es un alimento perfecto para añadir en la dieta de aquellas personas que realizan esfuerzos físicos y mentales, como los deportistas o los estudiantes.

El amaranto es cardiosaludable y ayuda a regular los niveles de colesterol así como el de glucosa en sangre. Al regularse el paso de la glucosa de sus hidratos de carbono a la sangre, lo que hace este alimento es un aporte de energía por más tiempo de forma que es un buen apoyo para alimentar el cerebro.

Tiene poder antiinflamatorio y su contenido en minerales como el magnesio, el calcio y el fósforo mantienen sanos y fuertes músculos y huesos, previniendo también la osteoporosis. Es antioxidante, mantiene la piel más joven y flexible, y es un aliado para combatir alergias

¿Cómo puedes incluir en tu dieta esta proteína vegetal ancestrall? Pues ni te imaginas la versatilidad de este alimento de los dioses de las grandes civilizaciones prehispánicas. Vas a poder hacer con amaranto barritas energéticas, galletas, sopas, utilizarlo para rebozar pollo, tatakis, hacer pan, bizcochos, tortitas, croquetas, hamburguesas y albóndigas vegetales, rellenar pimientos o tomates… en fin que no podrás decir que no sabes cómo utilizar el amaranto en la cocina.