Numerosas sustancias pueden interacturar con la anestesia. Informe siempre a su médico de sus hábitos. / D.R.

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Cuando la anestesia no funciona

Los pacientes adictos al cannabis o el alcohol pueden necesitar una dosis mayor de anestésicos que una persona que no lo es. Sea sincero con su médico sobre sus hábitos.

«Doctor, me enterado de todo lo que han dicho durante la operación». «¿Cómo? Pero... ¿ha sentido dolor?» «No, pero me he enterado de todo lo que hablaban». Esto es lo que nos ocurrió hace unos años al salir de quirófano. Al volver a preguntar a la paciente, durante el postoperatorio, está reconoció que era fumadora habitual de marihuana. Durante los numerosos interrogatorios por parte del equipo de anestesia y de cirugía previos a la intervención quirúrgica, la paciente había ocultado este dato. Según nos dijo había sentido vergüenza de contar sus adicciones y no había tenido en cuenta las posibles consecuencias.

Adicción al cannabis

La revista científica Journal of the American Osteopathic Association ha publicado recientemente un artículo en el que se asegura que los pacientes adictos al cannabis pueden necesitar una dosis mayor de anestésicos que una persona que no lo sea. De alguno de ellos, como el propofol, pueden necesitar casi el doble.

Según se ha podido analizar en diversas publicaciones, Una o dos de cada 1.000 personas sometidas a anestesia general sufren la que se ha denominado como conciencia intraoperatoria. Este fenómeno consiste, como su propio nombre indica, en percatarse de cosas que suceden durante una operación con anestesia general, como sonidos o conversaciones. A veces los pacientes sienten un intenso dolor también. Esto puede ocurrir durante parte o toda la intervención quirúrgica.

El fenómeno no es nuevo. Incluso en el año 2007 una película titulada Despierto tiene como argumento este asunto. Hay numerosos testimonios de personas que han sentido como se manipulan o cortan sus tejidos. Han sido capaces de oler a quemado o de escuchar todo lo que pasaba en quirófano. A veces acompañado incluso con sensación de dolor e intenso pánico.

La interacción

Este fenómeno puede ocurrir después del consumo habitual de drogas como la cocaína, los opioides, los tranquilizantes, la marihuana u otros medicamentos empleados para dormir, por ejemplo. Lo que ocurre es un fenómeno conocido como ‘tolerancia cruzada’. Esta situación se produce ya que estas sustancias se unen a receptores celulares que se hacen menos sensibles con el tiempo, precisando de una dosis superior para conseguir el mismo efecto. Los medicamentos que se utilizan durante la anestesia general se unen a estos mismos receptores y por lo tanto precisarán de una dosis superior también.

A las personas que tomen un exceso de bebidas alcohólicas, les pasará un fenómeno similar. En este caso precisarán de más medicación para mantener la anestesia general ya que su hígado ‘entrenado por el alcohol’ eliminará dichos medicamentos anestésicos de manera mucho más rápida y por lo tanto necesitarán más cantidad de ellos.

Hoy en día, durante una operación se monitorizan múltiples constantes como la frecuencia cardíaca, respiratoria, la oxigenación de la sangre, el ritmo cardíaco e incluso las ondas cerebrales. Existen métodos que miden la profundidad de la anestesia general. Por lo tanto es más difícil que nos despertemos en medio de una operación, pero no es imposible.

En las consultas previas a una intervención quirúrgica, sobre todo en la de anestesia, le preguntaran, a veces insistentemente, si consume algún tipo de droga, tranquilizante, o analgésico. También le interrogarán respecto al consumo de tabaco y alcohol. Si quiere minimizar el riesgo de despertar en medio de una intervención quirúrgica o de agotar las reservas de anestésicos del hospital, sea lo más sincero posible. La mayoría de pacientes lo son.

Tenga en cuenta que el escritor Miguel Delibes declaró, en una entrevista al diario 'ABC'. Que a una operación (con anestesia general) «entró un hombre enfermo inteligente y salió un lerdo sano», que ya nunca pudo volver a escribir, a pesar de salir sin cáncer. Sea lo más sincero posible con sus médicos, ellos están para ayudarle y minimizar el riesgo de cualquier complicación.

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