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En verano, nos protegemos la piel. ¿Y los ojos? El exceso de radiación puede causar queratitis, sequedad ocular y hasta cataratas o degeneración macular. Para poner a salvo tu mirada, elige bien tus gafas de sol.
1. Compra en centros especializados. Las gafas de mercadillos y tiendas generalistas no están homologadas y pueden ser incluso perjudiciales.
2. Busca el sello CE, que certifica que cumplen la normativa de la UE.
3. Elige el filtro adecuado a tu estilo de vida: 0 (20% de reducción de luz; gafas de confort); 1 (20-57% de reducción; ciudad); 2 (57-82%; deportes al aire libre); 3 (82-92%; deportes de playa, mar y montaña); o 4 (92-98%; alta montaña y deportes acuáticos intensos).
Si tienes los ojos delicados, puedes añadir más protección a tu vista en estos meses de verano eligiendo los cristales adecuados: los fotocromáticos se oscurecen más o menos según la intensidad de la luz y la radiación ultravioleta; los espejados reducen los reflejos y los polarizados evitan los deslumbramientos.