Si te encanta comer, perteneces a nuestro grupo. Somos de las que piensan que es uno de los grandes placeres de la vida, y aunque estemos constantemente viviendo en una operación bikini que no entiende de meses pre-verano, nos mantenemos firmes en nuestra convicción 'foodie'. Por eso, cuando hemos descubierto que comer rápido es un completo contra, teníamos que investigar.

El hábito de comer a gran velocidad es una costumbre que cuando adoptamos, es muy difícil de olvidar. Sobre todo cuando ya no existe una razón de peso para correr mientras ingerimos los alimentos.

Llevar a cabo un cambio en el ritmo cuando masticamos es muy necesario para comer la cantidad justa de alimento y además, disfrutar de él espaciando las veces que masticas con el objetivo de que el estómago asimile los alimentos.

¿Por qué es perjudicial?

Si comes deprisa, la fibra de los alimentos no te saciará, por lo que aunque te hayas comido el plato al completo, no te sentirás llena. Comerás más, te sentirás más hinchada y sobre todo, forzarás a tu metabolismo a digerir el alimento en un tiempo muy corto, hecho que altera tu digestión. El cerebro tarda 20 minutos en mandar un mensaje de saciedad por lo que si sigues comiendo, el mensaje llegará más tarde, y aumentarás la ingesta de alimentos. Y es que, comer rápizo es un gran error ya que se contraponene dos situaciones muy dispares: aunque estés saciado, tienes hambre y sigues comiendo. ¿Por qué? Porque el cerebro aún no tiene esta información.

Hinchazón

Cuando comemos más rápido, tragamos mucho más aire, al igual que cuando bebes con una pajita. ¿Alguna vez has tenido gases después de comer muy rápido? Si la respuesta es sí, deberías dejar de engullir. La velocidad con la que los alimentos pasan por tu aparato digestivo es mayor por lo que ingieres más aire y tu vientre se hincha.

>Tómate tu tiempo

Considera el momento de comer o desayunar como algo especial. No comas delante del ordenador, de pie o haciendo miles de cosas mientras tanto. Solo necesitas media hora libre para sentarte a comer o cenar, tu estomago te lo agradecerá.

Saborea, disfruta y bebe mucha agua para sentirte saciada. Así evitarás la hinchazón, el malestar y disfrutarás más.

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