Llega el viernes. Y con él, los planes de fin de semana. No sabemos cómo lo hacemos, pero el ocio siempre está sentado alrededor de la mesa. Y siempre acaba en vinos, cacahuetes, croquetas, patatas bravas, y si la cosa se alarga... en copas. ¿Y qué hacemos si estamos a dieta? ¿No salir? ¿Quedarnos en casa? Si quieres adelgazar y te sientes tentada de pecar a la hora de salir a cenar, hay algunos truquitos que puedes llevar a cabo para no arrasar con todo, sentirte mal después y asustarte al ver la báscula el lunes.
Para que no haya sorpresas y con el objetivo de que comas sano y te olvides de estrictas dietas, hay algunos trucos que puedes llevar a cabo para mantenerte a raya, incluso, cuando las salidas se ponen en tu contra.
Es el primer paso que debes seguir si quieres elegir las opciones más saludables. Nunca, pero nunca, salgas a comer muerta de hambre. Comerás con más ansiedad, elegirás peor y luego te sentirás más hinchada. Antes de salir de casa come una pieza de fruta, como por ejemplo, una manzana o un huevo duro. Así no tendrás tanta hambre y evitarás los atracones innecesarios.
Asegúrate de que tienes opciones saludables y ricas antes de ir al restaurante en concreto. ¿Cómo lo puedes hacer? Mirando antes la carta y sobre todo, eligiendo lo que vas a comer antes de ir al restaurante. Nunca jamás te vas a quedar con hambre cuando salgas a comer fuera, por lo que céntrate en tu plato, olvida los entrantes y sobre todo, los canapés si es algún tipo de celebración. Ah, y el pan. Tu peor enemigo: recién horneado y colocado en ese plato blanco justo a tu lado, deberás de hacer tripas corazón para resistirte.
Lo mejor que puedes hacer es beberte un vaso de agua antes de salir de casa y otro nada más llegar al sitio. Olvídate de las bebidas azucaradas y si te apatece algo más especial, pide agua con gas y una rodajita de limón. Beber agua ayuda a que tu apetito disminuya y te sentirás más saciada.
Las guarniciones se sirven después de la carne o el pescado en cuestión, por lo que siempre estás a tiempo de pedir tu plato con una guarnición de verduras o ensalada antes de que las patatas fritas toquen tu plato. Es una decisión difícil, lo sabemos, pero debes hacerla.
La tarta de zanahoria te hace ojitos. El tiramisú también. Y estás pensando en incorporar una bola de helado a tu vida. No lo pienses, quieres un café con leche. O un café solo con hielo. NO te arrepentirás de verdad. Ten en cuenta que sobre todo los postres tienen harinas refinadas y azúcares vacíos que no le hacen ningún favor al organismo.
Y lo más importante, no lo hagas "para no saltarte la dieta" sino por tu salud. Eligiendo la opción más saludable (y también rica) te estás haciendo un favor a ti misma. Lo decimos en serio, y si pecas, no te desanimes: disfrútalo y vuelve a tu vida saludable. Recuerda que lo qu ede verdad importa es el 95% del tiempo.
Adelgazar sin dieta
Cómo adelgazar sin pasar hambre
El ejercicio estrella para adelgazar