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El azúcar es adictivo y no solo el evidente de tartas, bollos, galletas o helados, también está camuflado en alimentos como el pan, el embutido de pavo, el jamón serrano, los cereales integrales o la salsa de tomate entre otros muchos. Leer bien las etiquetas de los productos de tu cesta de la compra y llevar una dieta saludable, son los primeros gestos para librarse del azúcar, pero es cierto que cuando sobreviene el antojo es difícil resistirse. Te damos 5 claves para evitar el antojo de dulce de una vez por todas.
Curioso, ¿verdad? Pues tiene su explicación. En nuestra microbiota habita el hongo cándida que se alimenta de azúcar y puede provocar antojos de dulce si se siente hambriento, con sus correspondientes problemas de salud como psoriasis, aumento de peso, eczemas, hongos vaginales… Tomar probióticos como kéfir, kombucha, vinagre de manzana, kimchi o chucrut te asegurará una flora bacteriana equilibrada y saludable, manteniendo la cándida a raya pero alimentando a las bacterias beneficiosas para que el ecosistema intestinal esté bien regulado, minimizando los antojos de dulce.
Cocinar con especias y hierbas o añadirlas en batidos, ensaladas, yogures etc… va a reducir esos inoportunos antojos de dulce de la manera más natural y saludable. Añadir canela, cardamomo, jengibre o cúrcuma a tus elaboraciones será un revulsivo para tu salud y te abrirá a un universo sensorial de aromas y sabores.
El plátano, los higos, los dátiles, las pasas, frutas como el melón o el mango… son alimentos dulces en sí mismos que van a paliar esa necesidad inminente de dulce. Si además quieres darte un capricho que engañe al ojo, opta por cocinar tu propia repostería saludable, tortitas y bizcochos sin azúcar endulzados con plátano, chocolate negro, compota de manzana, dátiles, incluso azúcar de coco o sirope de ágave, galletas de avena con aceite de coco y chips de chocolate negro sin azúcar… son recetas sanísimas, dulces y con las que no tendrás ningún tipo de remordimiento ni picos de insulina.
Los alimentos ricos en fibra, como los vegetales, son perfectos para mantenerte saciada por lo que deberías incluirlos en tu dieta a diario. Si añades en tus menús grasas saludables como aguacate, frutos secos, semillas, aceite de coco o aceite de oliva virgen extra, lo que vas a hacer es que tu cuerpo queme grasa más fácilmente, además son saciantes y mantienen los niveles de glucosa estables. Si añades más fibra y grasas saludables a tus comidas verás cómo comienzan a esfumarse los antojos de dulce.
Estamos programadas desde la infancia para terminar las comidas con un dulce, un postre que sea la guinda del pastel. Esto a nivel psicológico queda marcado y es como si faltara algo al terminar de comer si no tomas un dulce. También asociamos la toma de dulce con momentos de recompensa, de celebración y antiestrés, por lo que es difícil descodificar esta premisa. Sin embargo hay trucos para quitar ese ‘mono’ de dulce que nos invade después de comer. Prueba a tomar un té verde o de menta caliente, una infusión con canela, una onza de chocolate negro sin azúcar del 85% o unas poquitas frambuesas. Poco a poco esa necesidad irá descendiendo y no te controlará el antojo de dulce después de comer.
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