La medicina antiedad busca mejorar tu calidad de vida.

vivir

¿Sabes lo que la medicina antiedad puede hacer por ti?

La nueva medicina busca prevenir y alargar los años, así como tu calidad de vida.

Estrés, ansiedad, insomnio, falta de energía, migrañas, sobrepeso, cambios de humor… Son situaciones que afectan a la inmensa mayoría de la población, en mayor o menor medida. Y, desafortunadamente, por lo general van empeorando a medida que cumplimos años.

La solución no siempre es fácil, sobre todo porque tener un buen diagnóstico es complicado. La buena noticia es que hoy en día, gracias a la ciencia, es posible dar respuesta a prácticamente cualquier inquietud que nos asalte. ¿Cómo? Con la llamada medicina antienvejecimiento o medicina antiedad.

Para saber más sobre este nuevo concepto que nació hace unos años en Estados Unidos bajo el nombre de “age-management”, hemos acudido a Neolife, una de las clínicas pioneras en España en medicina antiaging. Con un sinfín de preguntas en la cabeza, comenzamos por lo básico y es saber qué es exactamente la medicina antienvejecimiento y qué puede hacer por nosotros.

“La medicina antienvejecimiento tiene como objetivo, por un lado, alargar la esperanza de vida de una persona y, por otro, llegar a edades avanzadas con mejor salud, sin patologías y, sobre todo, sin limitaciones”, explica Alfonso Galán, uno de los médicos que integran Neolife, Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid y especializado en Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario La Paz.

“Alargar la vida es la idea, pero lo que queremos es darle años buenos a esa vida”, continúa el experto. Hoy en día sabemos que existen muchos estudios con fallos, con intereses que determinan las conclusiones, con resultados basados sólo en la observación… “Por eso, todos los médicos deberíamos reciclarnos y pararnos a pensar y ver las cosas con un sentido crítico”, dice Galán. “Muchos especialistas nos hemos metido en la medicina antienvejecimiento porque pensamos que no sólo deberíamos tratar una enfermedad a posteriori, una vez se manifiesta (tras un ictus, un infarto…) Nosotros trabajamos para que nunca se produzca ese infarto y si ya se hubiera producido, que no vuelva a pasar. Nuestro objetivo es ver y tratar de forma adecuada los factores de riesgo que te han llevado a ese infarto (hipertensión, diabetes, colesterol alto, sedentarismo, tabaquismo, malos hábitos de alimentación…)”

Para ello, es necesario tener un conocimiento exhaustivo del paciente, que llegará a una primera cita de una hora en la que le preguntan por “síntomas, antecedentes de enfermedad, antecedentes familiares… y sobre una serie de ejes de su vida: descanso, ejercicio, nutrición, vida sexual, vitalidad, estrés… Luego le preguntamos por sus objetivos; hay gente que simplemente quiere tener más fuerza, más vitalidad, otra que quiere perder 10 kilos, otra que quiere llevar mejor los achaques de la menopausia, y otros que sencillamente quieren llegar mejor a la vejez…” nos cuenta el doctor.

Con la edad, evidentemente, todos sufrimos un deterioro de la salud, pero “muchas de las variables que hacen que tengas este deterioro son modificables. Algunas requieren del esfuerzo del paciente, como la nutrición y el ejercicio, y otras vienen por parte del médico: es el especialista quien tiene que trabajar activamente para mejorárselas con terapias hormonales, suplementación, medicación, etc. A la medicina tradicional le cuesta dar respuesta a estas cosas”, añade el experto.

Lo que seguramente más capte la atención de cualquier persona que entra por la puerta de Neolife es que cada paciente es único y no hay un tratamiento genérico. "Aquí hacemos un traje a medida” con un enfoque muy integral y muy individualizado. En la primera consulta, el paciente ya sabe qué es lo que ofrecemos y cómo trabajamos. Eso sí, necesitamos partir de unos análisis clínicos mínimos para saber cómo se encuentra esa persona físicamente”.

Por eso se hacen diferentes chequeos, que van desde una analítica de biomarcardores y una exploración física con pruebas de composición corporal, hasta un TAC de cabeza a pelvis, pasando por una resonancia cerebral, un ecocardiograma, un estudio de riesgo de cáncer… “El estudio del paciente puede ser todo lo complejo que nosotros queramos, pero lo hacemos individualizado para cada persona según los datos médicos que tengamos y según sus inquietudes”.

Tras las pruebas, el paciente llega a la segunda consulta y sale sabiendo “cómo trabajamos, cómo va a ser la secuencia de seguimiento y el inicio de tratamiento”.

“La gente se sorprende mucho cuando les damos las pruebas”, explica Alfonso Galán, “te dicen: ‘yo pensaba que estaba bien’, y realmente muchas veces no es que estén mal, sino que nosotros miramos las cosas desde otra perspectiva. Nos basamos en toda la literatura científica para mirar los mismos parámetros de la medicina convencional con otros ojos. En donde la medicina tradicional dice que un valor en un rango concreto está bien, nosotros sabemos que se puede optimizar para evitar ciertas enfermedades. Por otro lado, también vemos otros parámetros diferentes a los convencionales, para tener toda la información posible de cara al diagnóstico y tratamiento”.

La inmensa mayoría de la gente puede beneficiarse de esta medicina antienvejecimiento en realidad, porque la idea es que te sientas bien en el día a día y llegar “joven” a la vejez. Cuanto más preparados estemos, mejor llegaremos. “Tenemos mujeres jóvenes de 31-32 años que notan menos energía que antes, que se quieren encontrar mejor, que vienen por algún tema sexual como puede ser dolor durante las relaciones; también tenemos hombres que sienten que ya no rinden como cuando eran jóvenes, que no ganan músculo igual... Por supuesto también vienen muchas mujeres con menopausia, con más o menos sofocos y más o menos cambios de humor, gente mayor que no quiere ser una carga para sus hijos… Los perfiles son muy variados”, comenta el doctor.

La medicina de las 4 P

La llaman así porque la medicina antiaging es una mediciona preventiva, predictiva, proactiva y personalizada. “Podríamos añadir una P más, que sería placentera”, por el placer y bienestar que aporta.

En cualquier caso, y sea cual sea el problema, siempre se revisan 4 vías importantes respecto al tratamiento: nutrición, ejercicio, suplementación y tratamiento hormonal.

Ya sabemos lo importante que es cuidar la alimentación y hacer ejercicio. “Hay gente que piensa que come muy bien y hace las cosas muy bien y sin embargo hemos encontrado muchos hombres de entre 35-50 con osteopenia, es decir, con una densidad ósea de los huesos menor, porque todos tenemos un déficit de vitamina D y el calcio no se está depositando en los huesos. Piensan que por hacer bici o correr no van a tener problema, pero se trata de deportes sin carga, que es lo que necesitarías para que se deposite calcio en tus huesos. Si vemos este caso, por ejemplo, introduciríamos vitamina D y algún ejercicio de fuerza o carga. Si este hombre tenía un riesgo de romperse la cadera dentro de 15 años porque esa osteopenia se iba a convertir en osteoporosis, logramos que eso ya no suceda”, explica Galán.

En cuanto a la alimentación, “los hidratos de carbono pueden hacer que la hemoglobina glicada suba, hecho que señala que el azúcar en sangre en los últimos 2-3 meses ha ido subiendo. Sabemos que esto va a acabar en una prediabetes y eventualmente en una diabetes, por lo que ya estamos viendo que esa persona no podrá tomar tantos hidratos de carbono”, explica Galán.

En este sentido, “en la analítica miramos muchos parámetros relacionados con la resistencia a la insulina y gran parte de las hormonas o suplementos que recetamos mejoran esa resistencia. Miramos también la composición corporal y el índice OMA, que relaciona la glucosa en sangre con la insulina, que también nos dice si hay resistencia a la insulina y qué debemos hacer. Dependiendo del grado que se tenga, hacemos una cosa u otra. Por ejemplo, cuando la persona pierde grasa visceral su resistencia va a mejor, y con el tratamiento hormonal también va a mejorar. También hay suplementos como el azafrán que pueden ayudar o fármacos como la metformina, que es un fármaco muy habitual que han tomado los diabéticos toda la vida, pero ahora sabemos que no sólo es muy bueno para la resistencia a la insulina, sino que es probablemente el primer fármaco antiaging que existe. Esto se debe a que la metformina activa procesos de autofagia, es decir, que te liberan de sustancias de desecho dentro de la célula para evitar que esa célula envejezca y se muera. De hecho, a veces se la ponemos a gente con niveles totalmente normales de azúcar como fármaco antiaging”, concluye el doctor.

“No podemos decidir cuántos años cumplimos, pero sí cómo hacerlo”, así reza el slogan de esta clínica que promete darnos una nueva vida (NeoLife) o, al menos, una vida con salud para disfrutarla plenamente.

Sin duda, una de las mejores inversiones que se pueden hacer a día de hoy. Porque… ¿qué mejor que invertir en uno mismo?

También te puede interesar...

  • 5 hábitos que nos rejuvenecen

  • Siete hábitos naturales que embellecen y cuidan tu cuerpo

  • 10 alimentos antiedad que deberían estar en tu dieta a partir de los 40

Temas

Medicina