Remedios naturales para cuidar tu piel en verano

Antiinflamatorio. Te has despistado con el sol (mal hecho) y tu piel está enrojecida. El gel puro de aloe vera (aloe barbadensis) es un potente cicatrizante que incrementa la síntesis de colágeno que te puede ayudar. Pela las pencas del aloe y frota la zona afectada con el gel del centro de cada hoja. Eso sí, haz una prueba antes en una zona no visible, porque las pieles sensibles pueden reaccionar a él.

Hidratante. El sol, el cloro y la sal del mar pueden secar las pieles secas y deshidratadas. Pulverizar una infusión fría de pétalos de amapola (papaver rhoeas) te devolverá la sensación de confort y combatirá la de tirantez porque posee propiedades emolientes que rehidratan el cutis.

El verano es época de accidentes. El aceite de árnica (arnica montana) te ayudará a que desaparezcan antes los hematomas o a calmar unos pies cansados; y el de caléndula (calendula officinalis) evitará el escozor de las picaduras. Si quieres conocer más remedios, consulta Belleza natural (Zenith).