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Una dieta saludable tiene que ser rica en frutas y verduras pero ¿tienen que ser frescas? Mucho se habla de que los alimentos al congelarse pierden vitaminas y minerales pero ahora te explicaremos qué hay de cierto en esta afirmación y qué ventajas tiene consumir frutas y verduras congeladas frente a alimentos frescos.
No siempre podemos comprar a diario y sin embargo, sería ideal comer cada día fruta y verdura fresca. ¿Qué ocurre al comprar mucha fruta y verdura en tu compra semanal? Que no siempre vas a poder comerla fresca, pasarán varios días hasta que puedas consumirla con su consiguiente pérdida de nutrientes y, en muchas ocasiones, seguramente termines desperdiciando alimento.
También ten en cuenta que no todas las frutas y verduras son de temporada y no vas a poder utilizarlas en su punto óptimo de maduración, pero si están congeladas vas a poder disfrutarlas durante todo el año.
Los alimentos congelados sufren un menor deterioro ya que se congelan en su máximo valor nutricional, esto se traduce en que vas a beneficiarte de todas sus propiedades en el momento en que decidas consumir esas frutas o verduras.
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Si crees que las frutas y verduras congeladas cuentan con menos vitaminas que las frescas estás cayendo en un error, se ha observado que cuentan con tantos nutrientes o más que las frescas. El hecho de que puedan tener más vitaminas que las frescas es que las verduras y frutas congeladas se someten a este proceso en su momento de mayor valor nutricional frente a los días naturales que pueden pasar desde la recogida de los alimentos frescos hasta que realmente llegan a tu cesta de la compra, ese tiempo supone una pérdida de propiedades saludables que las frutas y verduras congeladas no sufren.
Las frutas se congelan directamente pero las verduras suelen escaldarse para preservar su color, esto sí que hace que el alimento tenga una pérdida de hasta un 50 % de Vitamina C que en un principio puede parecerte una barbaridad pero ten en cuenta que, como comentábamos antes, las verduras se recogen en su punto máximo de madurez cuando cuentan con una densidad de nutrientes extraordinaria, sin embargo el vegetal fresco se recolecta un poco antes de ese punto de madurez (tiene entonces menos nutrientes), para evitar que se deteriore en el transporte y posterior almacenamiento hasta la venta al consumidor. Esta pérdida de vitaminas que provoca el escaldado está compensada con el menor valor nutricional del alimento fresco que se recoge con hasta un 50 % menos de nutrientes al no estar en su mejor momento de madurez, luego los beneficios saludables de ambos productos serían muy similares.
La exposición al oxígeno, el tiempo de transporte, el proceso de almacenamiento, refrigeración etc etc… al que se someten los alimentos frescos, son agentes que suponen una pérdida de nutrientes que los alimentos congelados no padecen ¿verdad que ya no te parece que el alimento fresco tenga una ventaja tan grande sobre el congelado?
Aquí sí que encontramos una gran diferencia en los ingredientes. Mientras que las frutas y las verduras suelen congelarse sin añadir conservantes o aditivos, los productos enlatados o envasados sí que suelen contener ingredientes poco saludables como exceso de sodio, azúcar, conservantes, y demás elementos nada recomendables frente a la mayoría de frutas y verduras congeladas. En cualquier caso, siempre mira los ingredientes de los alimentos porque a veces puedes llevarte sorpresas.
Las frutas y verduras congeladas son alimentos que facilitan y agilizan mucho los menús semanales. Vas a poder tener a mano verduras y frutas en su punto para hacer revueltos, cremas, guisos, batidos, helados, sopas… Es la forma más fácil de consumir cada día recetas saludables sin necesidad de pasarse la mañana en el mercado, beneficiándote además del máximo poder nutricional de los alimentos. Si no eras fan de los congelados tal vez sea la hora de incorporarlos en tu dieta.
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