Sin humedad. El problema no es el frío, sino que el aire acondicionado seca las mucosas, la piel, e incluso los ojos. "Algunos estudios demuestran que las personas que trabajan con aire acondicionado excesivo pueden presentar incluso dolores de cabeza crónicos y sensación de fatiga", explica la dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna de Vithas Internacional de Madrid.
Mayor riesgo. La exposición al aire frío es especialmente perjudicial en personas con asma u otras patologías pulmonares. "Puede inflamar la mucosa del árbol bronquial,que es un factor de riesgo para el desarrollo de las infecciones respiratorias y la exacerbación de crisis asmáticas y episodios de bronquitis", advierte la experta.
Para hacer un uso saludable del aire acondicionado ponlo a una temperatura que oscile entre los 22 y los 25ºC; asegúrate de que bebes suficiente agua e, incluso, usa un lubricante ocular para hidratar los ojos. Si la temperatura exterior lo permite, apágalo unas horas al día, y, si detectas cualquier problema respiratorio, acude al médico.