Verano. Sol, playa calor y... kilos de más. No hay duda, las vacaciones traen consigo un aumento considerable en los números de la báscula. Pero oye, para eso están. Después de todo el año esperando esa ansiada semana en el chringuito, es normal caer en las garras de los excesos. Pero hay una manera de mantener tu peso a raya (e incluso adelgazar) durante estos meses. Ganarás en salud y tu depresión postvacacional no se verá afectada por el drama de querer ponerte una falda y no poder hacerlo, al menos, con la cremallera abrochada dignamente.
Si piensas que estamos siendo dramáticas, sigue leyendo: según la Academia Española de Nutrición y Dietética, los españoles engordamos tres kilos de media durante las vacaciones. Y no es de extrañar: cervezas y vinos al sol. Las tres palabras mágicas y a la vez, diábolicas: tinto de verano. Y sobre todo: arroces por do quier en cantidades inmensas, por no hablar de los calamares rebozados o los chopitos.
Cuando volvemos de este retiro espiritual (y gastronómico) ya es difícil de por sí retomar la rutina, pero mucho más si lo primero que debes hacer a la desesperada vuelta es ponerte a dieta y luchar con los kilos que se han posado en tus caderas. Por eso, hay ciertas cosas que puedes hacer para que la silueta no sufra tanto durante estos días. Eso sí, disfrutando de tus vacaciones en todo momento sin convertirlas en un martirio. He aquí los cinco mandamientos de las vacaciones.
Vídeo. Pincha en la foto para descubrir los antojos sanos perfectos para la playa que te ayudan a adelgazar. /
Sí, ya sabemos que un postre es un postre. Pero pidiendo sandía o melón después de comer te ahorrás bastantes -muchísimas- calorías. Además optaras por la opción sana (y 'realfooder' ). ¿Tienes hambre a media mañana? La fruta es la solución. ¿Quieres merendar? Lleva en el bolso tu fruta favorita. Así te sentirás menos hinchada y llevarás a cabo las cinco comidas para no llegar famélica a la cena. Aunque no te prives. ¿Te apetece un helado? Comételo y disfrútalo, pero no lo conviertas en una rutina de todos los días.
El pan con alioli es un manjar, pero solo una vez al día. Es decir, si comes un poco a medio día, evítalo por la noche. Y no lo comas todos los días, son carbohidratos vacíos que lo único que hacen es saciarte antes de que llegue la comida real. ¿Arroces? Sí, pero nunca por la noche y si pueden ser con verdura mejor que mejor y cambia los fritos por los alimentos a la parrilla.
No estamos hablando de una continua abstemia, si te apetece una copa de vino, adelante (estas son las modalidades de blanco que menos calorías tienen ). Sin embargo, acompañar todas las comidas con alcohol es un claro error por dos razones. No es necesario, siempre puedes escoger una opción más saludable. Pero sobre todo, el aporte calórico de una cerveza o una sangría no se asemeja al de un agua con gas. No le tengas miedo, una rodajita de limón para acompañarla y listo. ¡No echarás de menos ni siquiera el mojito!
Aunque las calorías son un factor importante, lo mejor es que pienses en salud. Sobre todo a la hora del picoteo . Siempre será mejor un hummus con crudités que unas patatas fritas de bolsa. O unas aceitunas a unos torreznos. Piénsalo así.
Vale que estás de vacaciones y que no te apetece dedicarte en cuerpo y alma a una rutina súper exigente de ejercicios mientras te encuentras en tus días de descanso. Es comprensible. No obstante, lo mejor que puedes hacer es incluir en tu rutina cierto ejercicio físico. Incluso, lo puedes incorporar en tus tareas cotidianas (como tender la ropa , aquí te explicamos cómo). Paseos por la playa, caminatas... tú decides, pero no olvides moverte. Aunque sea nadar media hora al día, todo suma.
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