Seis ejercicios para aliviar el dolor de espalda
El sedentarismo, el estrés, las malas posturas... son muchas las causas que nos pueden provocar el dolor de espalda. Con estos ejercicios podemos aliviar los dolores.
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¿Quién no ha experimentado alguna vez un insufrible dolor de espalda ? Vivimos aceleradas y manteniendo posturas imposibles durante horas. Si a esto le añadimos los tacones, las pantallas y los bolsos XXL no resulta extraño que, al final, nuestra espalda se acabe quejando.
El estrés, el exceso de peso e, incluso, cómo caminamos son factores que pueden ocasionar que esta zona tan delicada se vea expuesta a molestias. Se estima que casi el 85% de la población occidental tiene problemas de espalda y estos se acentúan cuando llevas una vida sedentaria.
De hecho, en España, el 63% de los adultos afirma sufrir algún tipo de dolor de forma habitual y el más común de todos ellos es el que afecta a esta zona de nuestra anatomía, según los datos del Barómetro del dolor.
“El origen más habitual del dolor de espalda es fundamentalmente los problemas posturales, de descanso y de estrés”, apunta el fisioterapeuta Jesús Reyes, Vocal del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España. ¿Quieres saber cómo puedes tratar este malestar? Estos 6 ejercicios te ayudarán a aliviar el dolor de espalda.
Tumbada boca abajo con los pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas, lleva ambas rodillas al pecho ayudándote de las manos. Mantén la posición durante 15 a 30 segundos. Repite el ejercicio unas 10 veces.
Boca arriba y con los pies apoyados en el suelo lleva una rodilla al pecho con la ayuda de las manos mientras que la otra pierna queda en el suelo estirada. Debes notar que la zona lumbar se estira. Mantén la posición de estiramiento durante 15 segundos y cambia de pierna. Deberíamos hacer este ejercicio tres veces con cada pierna.
De rodillas en el suelo sobre la colchoneta debes sentarte sobre los talones: los dedos pulgares de los pies deben mantenerse juntos y las rodillas deben estar separadas aproximadamente el ancho de nuestras caderas. Mientras soltamos el aire, inclinamos nuestra espalda hasta llegar al suelo con nuestra frente, que queda apoyada en el mismo y los brazos estirados hacia delante. Quédate en esta posición durante 10 segundos, luego siéntate y repite 3 veces.
Desde la postura del niño debes meter un brazo debajo del otro, como se muestra en la imagen. Recuerda tener el cuello relajado y la espalda totalmente estirada. Quédate 8 minutos en esta posición y luego cambia de brazo. Repítelo 3 veces con cada brazo.
Acostada sobre el suelo gira tus rodillas hacia la derecha y estira tus brazos en posición de cruz. Toma por lo menos cinco respiraciones profundas y luego repite del lado contrario.
Recostada boca abajo, debes colocar las palmas de las manos en el suelo justo debajo de los hombros, y los codos están pegados al cuerpo. Tus hombros deben mantenerse atrás y abajo y la cabeza mirado al frente. Estira tus brazos, y mantén la cadera apoyada en el suelo y la musculatura de piernas y glúteos activada. Recuerda no dejar caer el peso sobre los brazos.