Cómo adelgazar después del verano si estás en la menopausia

A partir de los 50 o incluso antes, muchas mujeres entran en una nueva etapa, la menopausia , y una de las mayores preocupaciones en este recién estrenado periodo vital, además de los sofocos, es la acumulación de grasa y el aumento de peso. La forma que tenías antes para perder rápidamente los kilillos veraniegos ya no tiene la misma efectividad así que hay que renovar el plan de acción. Te contamos cómo puedes recuperar tu peso fácilmente.

Esta es una buena noticia,¿verdad? Las dietas estricta no suelen funcionar a causa del efecto rebote así que abandona las llamadas dietas milagro y no hagas un régimen estricto de adelgazamiento. La fórmula para comer de manera saludable y adelgazar es mantener una dieta equilibrada y sana, y hacer cierta restricción calórica si necesitas perder mucho peso.

Llevar un estilo de vida saludable sin malos hábitos ni sedentario, bebiendo mucha agua, eliminando los procesados y azúcares, el alcohol y añadiendo un buen descanso, es garantía de sentirte mejor, cuidarte y controlar el peso de forma mucho más fácil.

Aunque nunca es recomendable consumir sal en exceso, en la menopausia hay que ser mucho más cuidadosas ya que el desequilibrio hormonal que supone esta nueva fase vital provoca retención de líquidos, problema que se agrava con una ingesta excesiva de sal. Limita la sal en tus comidas para evitar sentirte hinchada, pesada y acumular líquidos que te hacen subir de talla.

Así, en imperativo, porque es uno de los factores más importantes a la hora de perder peso y no quedarse estancada. No hace falta que te prepares para un triatlón pero acostúmbrate a realizar ejercicio moderado con regularidad para mantenerte ágil, quemar calorías, reducir la frecuencia y la cantidad de los dichosos sofocos, tonificar tu cuerpo y aumentar la producción de serotonina que va a hacer que te sientas mejor, con más energía y con buen humor.

Caminar durante media hora, nadar, pasear a paso ligero, el yoga, el Pilates… son ejercicios suaves que te van a ayudar a mantenerte en forma y facilitan la pérdida de peso.

Con el paso de los años disminuye la sensación de sed por lo que recuerda beber al menos 1’5L a 2L de agua al día aunque no tengas sed para mantenerte hidratada y evitar la retención de líquidos propia de la menopausia. Las infusiones y el agua infusionada con vegetales te ayudarán a beber más agua dándole un toque diferente a tus bebidas.

El té verde es una bebida perfecta durante la menopausia porque contienen una gran cantidad de flavonoides que favorecen la quema de grasas y la pérdida de peso. Si aún no te apetece tomarlo caliente puedes prepararlo con hielo y unas hojas de menta o limón, eso sí, ¡tómalo sin azúcar!

Aumenta el consumo de verduras como las espinacas que contienen fitoestrógenos, sustancias similares a los estrógenos, las hormonas femeninas que disminuyen con la llegada de la menopausia y que ayudan a regular el ciclo reproductor femenino.

Modera la ingesta de frutas porque, por su contenido en fructosa, podrías aumentar tu nivel de glucosa en sangre provocando picos de insulina que lo que hace es eliminar el exceso de azúcar convirtiéndolo en grasa que te hace aumentar de talla.

Toma proteína en todas tus comidas principales para sentirte más saciada y evitar así picar entre horas. Tampoco olvides que las legumbres, en especial la soja, cuentan con isoflavonas que mejoran los síntomas asociados a la menopausia.

El calcio es un mineral que asegura la buena salud de los huesos y la falta de estrógenos disminuye la densidad ósea favoreciendo la aparición de osteoporosis por lo que asegúrate de tener siempre en tus menús alimentos ricos en calcio como pescado azul de pequeño tamaño (caballa, boquerones…), verduras de hoja verde (espinacas, acelgas…), semillas (como las de sésamo que además aportan grasas saludables) y lácteos.

Todas las etapas de la vida nos traen cosas buenas y algunos efectos o síntomas que se pueden minimizar cambiando algunos hábitos en estilo de vida y alimentación. La menopausia puede llegar a ser una época de plenitud para la mujer, solo hay que adaptarse a la nueva situación de la mejor manera y disfrutar de la experiencia que dan los años. Ya lo dicen, los 50 son los nuevos 30 ¿o no?