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Podcasts: ¿tu nuevo psicólogo?

El fenómeno podcast (del que España ocupa el quinto lugar de consumo en el mundo) ha dado un salto hacia programas que hablan sobre autoestima y desarrollo personal. En la era de la hiperconexión y la soledad, ¿son estos testimonios la voz que necesitamos?

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Allende González-Lacarra

Es sábado por la mañana y María se dispone a disfrutar de uno de sus momentos preferidos de la semana: salir a caminar mientras escucha algunos podcasts ( programas radiofónicos por capítulos descargables de internet) que tiene pendientes. Se pone las zapatillas, coge sus auriculares y… ¡bingo! Una de sus autoras preferidas, Ana García del Barrio, acaba de subir un episodio que llama su atención –el resto de la lista tendrá que esperar–. Se titula: “Cuando la vida presenta dificultades que escapan a tu control. El episodio más personal que he grabado hasta ahora”.

Tras 34 minutos, el episodio termina, pero María hace rato que ha dejado de caminar para sentarse en un banco y escuchar con atención. El contenido la ha pillado por sorpresa. Lleva casi un año siendo cómplice de las aventuras y desventuras de Ana a través de su podcast Divina de la mente y, aunque nunca la ha visto en persona, siente que la conoce. Es más, la aprecia y comparte con ella su forma de ver la vida. Por eso, escucharla decir que tiene problemas para quedarse embarazada le ha supuesto una sacudida. Y, de repente, se siente comprendida, aliviada y motivada. Con ese toque de humor que la caracteriza, Ana ha logrado, entre otras cosas, que María ya no se sienta sola.

El oyente de los podcasts:

  • Tiene entre 23 y 45 años

  • Le interesan: tecnología, actualidad, deporte y cultura.

  • Está suscrito a 6 podcasts diferentes.

  • Escucha una media de 5 horas de contenido semanal.

  • Lo reproduce en el móvil.

  • Recomienda lo que escucha.

La necesidad de compartir

Al igual que María, muchas amigas de Ana se han enterado de sus problemas a través del Divina de la mente, algo impensable para la propia autora hace tan solo unos años. “No sabría decir muy bien por qué, pero en el momento en el que grabo me siento verdaderamente libre, hablo más y digo cosas que de otra forma no compartiría,” asegura esta madrileña de 36 años, que dejó el mundo de la banca y hoy es profesora de yoga en Australia. Ana fue una pionera en el mundo de los podcasts. Comenzó a escucharlos hace varios años y, hace dos, decidió lanzar el suyo: “Escuchar las experiencias de personas que vivían en otros lugares del mundo y en circunstancias totalmente diferentes a las mías me abrió los ojos. Al fin y al cabo, uno siempre está rodeado de un círculo reducido de personas y, a través de estos episodios, me abrí a otras realidades que me ayudaron”.

Y fue precisamente escuchando un podcast sobre superación personal del abogado y atleta estadounidense Rich Roll como decidió que ella también quería inspirar a otras personas a través de sus experiencias. “Sus palabras me ayudaron a entender que el pasado no te define”, recuerda. Así comenzó Divina de la mente.

“Para mí, este formato ha sido como una catarsis en lo personal. Cuando decido que voy a hablar sobre un tema, entro en mis propias experiencias, me esfuerzo por ordenar mis ideas, estructuro lo que antes era un caos en mi cabeza y consigo entender el porqué de lo que me está pasando, digerirlo y darle un sentido. Entonces estoy lista para compartirlo con el mundo y tratar de ayudar a otros”.

Hoy su podcast es uno de los mejor valorados en todas las plataformas de difusión en castellano y recibe cientos de mensajes de agradecimiento por parte de sus oyentes. “Me ha traído nuevas amistades y mucho cariño. Lo abrí con la intención de ayudar y al final ha acabado siendo una terapia para mí muy profunda y enriquecedora”, reconoce emocionada. Pero Ana no se toma su éxito a la ligera: “Soy muy responsable con lo que comparto y con cómo se pueden interpretar mis palabras, por eso antes de grabar un episodio reviso el guion durante varios días. Ya que puedo usar esta valiosa herramienta, quiero usarla para que tenga un impacto positivo.”

El capítulo que ha compartido hablando de sus problemas para concebir es un buen ejemplo: “En el programa reconozco haber estado hecha polvo, pero el mensaje final que quiero transmitir es positivo. Estoy recibiendo una avalancha de comentarios que aplauden tanto el haber tratado un tema que sigue siendo tabú en muchas sociedades como el enfoque desde el que lo he abordado. Y mientras siga pensando que así puedo ayudar, seguiré feliz de poder hacerlo”.

En nuestro país, el de los podcasts es un mercado que no deja de crecer. Solo en el último mes, el 40% de los internautas reconoce haber escuchado, como mínimo, uno. Un porcentaje que aumenta a medida que disminuye la edad de los oyentes: seis de cada 10 jóvenes españoles de entre 18 y 24 años se considera consumidor habitual de este formato, una cifra que llega hasta el 52% en el los internautas menores de 45 años, y que se espera que aumente de manera generalizada un 25% el año que viene.

¿Qué contenido es el más buscado?:

  • Contenido especializado (ciencia, tecnología, economía...) 18%.

  • Actualidad 16%.

  • Estilo de vida 14%.

  • Deporte 11%.

  • Vivencias personales 11%

  • Otros temas 30%.

En primera persona

Son datos del último informe DigitalNewsReport.es publicado por la Universidad de Navarra, un estudio en el que también se analizan las tendencias temáticas. Los de mayor índice de audiencia (18%) son los que ofrecen un contenido especializado (ciencia y tecnología, medios, negocios, economía), seguidos de aquellos que abordan temas de actualidad (16%), estilo de vida (14%), deportes (11%) y testimonios personales (11%). El 30% restante aborda temas muy diversos.

A principios de 2019, Jana Fernández creó A guide to live well [Una guía para vivir bien] con la intención de ayudar a quien lo escuche. “Hace tres años viví un episodio de estrés agudo y toqué fondo. Me había olvidado de mí misma, dedicaba mi vida a un trabajo que me absorbía, tenía el colesterol por las nubes, sufría insomnio, padecía fuertes crisis de ansiedad e incluso sufría lagunas mentales”, recuerda esta experta en marketing.

Necesitaba un cambio de vida y comenzó a investigar todo lo relacionado con el bienestar: “ Yoga, alimentación, deporte, saber decir que no…”, enumera. Transformó su vida y ahora se declara feliz. “Y sentí la necesidad de compartir en mi blog todo lo que me había pasado y qué cosas me habían ayudado a salir adelante”, dice. Hace poco, ese blog se transformó en un podcast. “El formato es perfecto para este tipo de contenido: es más cómodo y más intimista –dice Jana–. Además, verbalizar algo que te ha pasado es reconocer que tienes un problema, y eso es liberador. Pero sobre todo, hacerlo público supone que tienes un compromiso con tus oyentes y contigo misma. Es una forma de hablarme y de recordarme por qué hago lo que hago.” En cuestión de pocos meses, Jana ha conseguido el apoyo de cientos de personas que esperan cada lunes un nuevo episodio de A guide to live well.

Recibir cariño y apoyo cuando compartes que te estás enfrentando a una situación difícil tiene un efecto muy positivo. Lo sabe bien, y en primera persona, el prestigioso psiquiatra español y profesor en la Universidad de Nueva York Luis Rojas Marcos: “Hace año y medio, mis hijas me animaron a abrir una cuenta en Twitter. En noviembre tuiteé que en un par de días participaría en la maratón de Nueva York. El apoyo que recibí de la gente fue inexplicable, me sorprendió muchísimo y me dio fuerzas para terminar la prueba con una enorme energía. Yo había estudiado el poder del apoyo desinteresado, pero cuando uno lo vive en primera persona es cuando realmente entiende la el valor de la bondad del ser humano”.

Esta anécdota es su forma de explicar por qué muchas personas están abriendo su corazón a través de estas grabaciones: “ Hablar y hablarnos es positivo y terapéutico. Así, uno pone palabras a sus pensamientos, organiza sus ideas y les da un sentido. Y si además lo hace de una manera tan abierta, puede empatizar con muchísimas personas”.

¿En qué momento los escuchamos?:

  • En casa 49%.

  • En el coche 22%.

  • En el trabajo 11%.

  • Corriendo o paseando 7%.

  • Transporte público 4%.

  • Gimnasio 4%.

  • Otros lugares 3%.

  • Fuente: Edison Research y Triton Digital.

La clave está en la empatía

De hecho, el último libro de Rojas Marcos, Somos lo que hablamos (Grijalbo), trata sobre la capacidad de las palabras para transformar la realidad y a nosotros mismos. “A veces en estos audios se comparten experiencias dolorosas o traumáticas –dice el psiquiatra–. Tiene sentido: recordarlas, describirlas y compartirlas tiene un efecto curativo, ayuda a pasar página. Y además es bueno para la salud; hablar está íntimamente relacionado con la esperanza de vida y la satisfacción personal”.

Y no solo hablar tiene beneficios; escuchar también. “Como psiquiatra, he dedicado toda mi vida a escuchar y entiendo que estén teniendo una gran aceptación porque muchas veces oyes un testimonio y piensas: “¡Creía que esto solo me pasaba a mí!”. Incluso te pueden ayudar a conocerte mejor porque piensas: “¿Qué haría yo en esta situación?” y se vuelven un reflejo de nosotros mismos y de quiénes queremos ser”. Su conclusión es clara: hablar y escuchar protege la autoestima y favorece nuestro bienestar físico, mental y social. “Así que habla, habla solo, a una audiencia, o a tu perro, pero habla. Y si te preguntan, di que tu psiquiatra también lo hace”, concluye.

Precisamente, una de las particularidades ocultas del fenómeno es que resulta más sencillo conectar de forma esencial con alguien que se comunica solo a través de un audio, sin imagen. Isabel Albar, logopeda en EduVoz y profesora de algunos de los rostros más conocidos de la política y los medios de comunicación, lo explica así: “La voz siempre es el chivato del momento por el que está pasando el individuo que habla. Y en un podcast, como prescindimos de la comunicación no verbal, que enfatiza o enmascara ciertas emociones, es más sencillo detectar si nos hablan con sinceridad”.

Según Albar, cuando una persona está siendo honesta no deja caer el final de sus frases, no se entrecorta, habla con fluidez y organiza su discurso de manera que se perciba en forma de tiras fónicas (sonidos que se pronuncian en un mismo bloque). Estos rasgos, que los oyentes detectan de manera inconsciente, hacen que quieran seguir escuchando. “A medida que una voz te va resultando familiar, tu subconsciente le otorga mayor credibilidad. Es un círculo que se retroalimenta del valor positivo de hablar con honestidad”.

Esa búsqueda de la honestidad fue lo que llevó a la periodista Belén Canalejo a compartir con los miles de seguidores de su blog Balamoda el mal momento que pasaba en 2016: “Me diagnosticaron un cáncer de mama. Tuve que bajar el ritmo de mis publicaciones, mucha gente me escribió para preguntar qué pasaba y pensé: “Les debo una explicación”. Así que decidí grabar un vídeo y lo colgué. Y aún hoy me emociono al recordar la respuesta de la gente”. Aquello la llevó a compartir aspectos más personales de su vida en distintas plataformas. “Aquel vídeo tuvo un impacto muy positivo, contribuyó a normalizar la enfermedad y me ayudó a definir el tipo de influencia que yo quería ejercer –recuerda Belén–. Pensé: ¿por qué no voy a compartir una experiencia personal si puede inspirar a miles de personas?”.

Desde enero, lo hace en El podcast de los sueños, un espacio en el que alterna entrevistas y vivencias personales. “No es fácil abrirse cuando lo haces de corazón, pero ver que ayuda, a mí y a la gente que me sigue, me hace perder el miedo”. Algunos de sus episodios han tenido más de 70.000 descargas y su podcast tiene más de 1.300 valoraciones positivas, un récord en este formato. Es más, en el tiempo que dura nuestra entrevista le llegan varios mensajes de agradecimiento: “Gracias por hacerme ser mejor persona, desde que te escucho soy más feliz”. “Esto no tiene precio”, dice, emocionada.

“En los últimos años se ha criminalizado un poco la posición de quien comparte algunos aspectos de su vida privada en las redes, como si de esta manera estuviese dejando ir su intimidad. Pero puedo asegurarte que yo tengo intimidad, y es cierto que si compartes te pueden atacar, pero pongo en la balanza el bien que puedo hacer y pienso que quiero formar parte de este efecto positivo. Será mi manera de contribuir al mundo”.

“Una última pregunta –insisto–. ¿Has tenido que enfrentarte alguna vez al qué dirán?”. Belén Canalejo sonríe y deja la respuesta en el aire: “Te lo cuento en mi podcast”.

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