Fibra. Necesitas 30 g de fibra soluble al día para equilibrar tu microbiota. La alcachofa, el plátano y la cebolla te aportan inulina, pero también encontrarás fibra soluble interesante en la manzana, los higos, las ciruelas, la zanahoria, las crucíferas, el centeno, la avena y el lino.
Almidón. Los boniatos, las legumbres, el arroz largo y la avena, una vez cocinados y refrigerados 24 horas, transforman su almidón en almidón resistente que funciona como probiótico. Eso sí, recaliéntalos a menos de 140 ºC. Polifenoles. Comerlos aumenta la diversidad de las bacterias y ayuda a liberar sustancias antioxidantes y antiinflamatorias. Búscalos en el té, el cacao, el tomate, el ajo, la remolacha, la granada, los cítricos y el aceite de oliva virgen extra.
Los xenobióticos son sustancias tóxicas que se encuentran en pesticidas, plásticos... Cuando llegan al intestino, las bacterias firmicutes se encargan de ellos. Pero, desafortunadamente, esa cepa de bacterias también incrementa el riesgo de obesidad, por lo que no es bueno que prolifere. Para evitarlo, reduce tu contacto con plásticos y consume vegetales ecológicos. Descubre más en el libro Cuídate (Grijalbo).
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?