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Con el fin del verano, llega la época de la puesta punto (antes de Navidad, al menos) y con ella, las prisas por perder el peso que hemos ganado durante la temporada estival. Las terrazas, las cervezas y el chiringuito pasan factura, de eso no hay duda. Y una vez llegado septiembre, buscamos soluciones milagrosas a los excesos.
La cola de caballo, la espirulina o la alcachofa pueden presentarse como las soluciones infalibles para una silueta 10. Sin embargo, ¿funcionan realmente?
Vídeo. Trucos para adelgazar rápido. /
La respuesta es clara; ninguno de estos suplementos van a hacer que adelgaces de forma milagrosa. No obstante, combinados con una dieta y ejercicio, pueden ser los perfectos aliados para ayudarte a perder peso. Eso sí, con cabeza.
¿Qué hacen cada uno de ellos?
Vídeo. Infusiones diuréticas. /
Es el alga mágica. El 75% de su composición es protéica, y además, posee minerales y vitaminas como la A, E, D, B1, B2, B3, B6, B12, hierro, zinc, ácido fólico y ácidos grasos esenciales. También contiene Omega 3 y ácido gamma linoleico, dos componentes esenciales a la hora de llevar una alimentación anttiinflamatoria.
Puedes tomar espirulina tanto en pastillas como en polvo y utilizarla en smoothies o batidos.
La forma más popular de tomar est suplemento es en té, pero también lo puedes tomar en pastillas. Tiene propiedades diuréticas. Ayuda a mantener la piel y el cabello en estados óptimos y es el aliado perfecto para deshacerte de los kilos de más ya que se deshace del sobreliquido que nos hace sentir hinchadas.
Es el compañero perfecto de viaje si lo que quieres es sentirte más ligera. Puedes tomar la alcachofa tanto en infusiones, como en chupitos antioxidante o en pastillas. Es una hortaliza que contiene muchos minarales, entre ello, fósforo, hierro, magnesio, calcio y potasio. También contiene vitamina B1, niacina y vitamina C, lo que provoca una fuerte acción antioxidante. Pero lo más importante de este componente (y sobre todo lo que te permite adelgazar con él) es la cinarina, una sustacia que ayuda a la secreción biliar y favorece la digestión de grasas y la retención de líquidos.