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Sedentarismo. El gran enemigo de la densidad ósea es la inactividad, por eso es importante hacer ejercicio desde la infancia. Un estudio publicado en Journal of Sports Sciences dice que las niñas que practican más de dos horas de baloncesto, fútbol o balonmano a la semana logran mayor adquisición ósea. A partir de los 50 años, hacer ejercicio ayuda a prevenir caídas.
Tabaco. “Los fumadores mayores tienen un 40 % más de probabilidad de fracturarse la cadera que los no fumadores de su edad”, explica el dr. Ángel Oteo Álvaro, de la Unidad de Fragilidad Ósea del Hospital Univ. HM Madrid.
“Si no ingerimos alimentos que nos aporten proteínas, minerales (especialmente calcio y fósforo) y vitamina D, la pérdida de masa ósea es mayor”, afirma el dr. Ángel Oteo Álvaro. Para dar a tus huesos todo lo que necesitan, consume lácteos, vegetales de hoja verde, pescados azules y alimentos enriquecidos con vitamina D.