Una enzima que engorda. La alfa-amilasa funciona rompiendo enlaces de moléculas grandes de los alimentos, como el almidón, y las reduce a otras más pequeñas, como la glucosa, que provocan, a su vez, la sensación de estar saciado. Pero si tenemos niveles bajos de alfa-amilasa, digerimos más despacio y la sensación de hambre se mantiene más tiempo, por lo que acabamos comiendo más cantidad para lograr esa sensación de saciedad.
Digestión y saciedad. La digestión no empieza en el estómago sino, gracias a la saliva, en la boca. La acción que en ella realizan enzimas como la alfa-amilasa es vital para digerir los alimentos. Ahora, un grupo de investigadores de las Universidades de Jaén y de Málaga han comprobado, además, que las personas que presentan bajos los niveles de esta enzima en la saliva tienen dificultades para sentir saciedad y comen de más.
Marcador del hambre. Tras sus estudios, los expertos proponen a esta enzima como un marcador del hambre que siente cada individuo y de su propensión al sobrepeso, ya que tener más o menos apetito depende de ella. ¿Podrá convertirse esta enzima en un futuro tratamiento contra la obesidad?
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?