La Navidad está a la vuelta de la esquina y con ella los excesos, excesos en las compras , excesos en las comidas y en las bebidas. Nos encanta pasar tiempo con nuestros seres queridos, pero es cierto que en esta época del año concentramos muchas quedadas, cañas, cenas, comidas y tapitas para despedir el año y celebrar la Navidad y esto supone un suma y sigue que finalmente acaba pasando factura al cuerpo. La cultura del comer y el beber en exceso para festejar no solo hace que aumentes los típicos de 2 a 5 kilos que suelen engordar de media los españoles en Navidad , también provocan ardor, hinchazón, malestar estomacal, acidez… incómodos síntomas de los que te puedes librar siguiendo unas pautas previas a las comilonas navideñas.
Ir picando dulces navideños los días previos a las fechas señaladas, esos turrones, mazapanes o polvorones que tanto te apetece volver a degustar después de un año, suele ser contraproducente porque hace que te des vía libre prácticamente un mes, volver a tu rutina saludable después es mucho más difícil que si te excedes únicamente los días más importantes del calendario navideño. Deja los trocitos de turrón y el mazapán para la comida de Navidad o para tomar algo dulce en Nochebuena o Nochevieja. ¡Deja el roscón de Reyes para la víspera o el día de Reyes!
Las tapas con amigos, los vinos, cenas etc… hacen que te estés saltando la dieta constantemente, esto hace que entres en una dinámica de pensar que son solo unos días y que ya te pondrás a dieta. Es mucho más fácil moderarse y darse caprichos puntuales a cometer excesos durante un mes que será algo más difícil de enmendar.
Si tienes claros los días de compromisos y tus reuniones familiares ya puedes organizar tu calendario de menús para poder hacer una dieta de compensación esos días que no vas a cometer excesos. Lo ideal es que cocines tú misma para poder hacerte elaboraciones ligeras y nutritivas basadas en comida real, así los días que hagas una excepción podrá compensarse sin problema. Podrás excederte algunas comidas al mes pero el resto de los días guarda una dieta saludable.
Mantente muy bien hidratada estos días, sobre todo si vas a beber alcohol ya que este hace que el cuerpo se deshidrate. Un sistema digestivo bien hidratado es mucho más eficiente y podrás asimilar mejor la comida y el alcohol. Intenta beber despacio si tomas alcohol, intercalando también agua y, como recomendación para evitar la resaca, es preferible no mezclar bebidas alcohólicas.
El agua también te va a ayudar a llegar con menos hambre a una comilona, prueba a beber un vaso de agua antes de sentarte a la mesa, te sentirás más saciada y comerás menos.
Si decides hacer una dieta muy restrictiva antes de Navidad vas a llegar a las tradicionales comidas navideñas y vas a comerte todo lo que te pongan por delante y más, ya que este tipo de dietas hipercalóricas provocan mucha ansiedad.
Intenta comer sano y equilibrado los días previos a estas comidas, pero sin pasar hambre, elige alimentos saciares y con fibra que te ayuden a regular el tránsito intestinal y a eliminar toxinas.
Cuando haces deporte tu cuerpo segrega unas hormonas llamadas endorfinas u hormonas de la felicidad. Estas hormonas producen bienestar inmediato y disminuyen el apetito, por lo que, además de quemar calorías, estarás evitando picotear en exceso los días previos a las fiestas navideñas. También emocionalmente es una manera de evitar salir de tu rutina saludable y pasar a tener un descontrol en tus hábitos y tu dieta. Vas a cometer excesos, sí, pero puedes intercalarlos marcándolos en tu calendario y el resto de los días seguir con tu estilo de vida. En la moderación y la organización está el equilibrio. ¡Disfruta de las fiestas!
20 de enero-18 de febrero
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